Mientras un comentario de Chicharito o un insulto viral encienden las redes, la historia de una maestra que le arrebataron la vida pasa casi desapercibida. ¿Por qué se normaliza lo urgente?
¿Por qué algunas historias estallan en redes mientras otras, aunque más graves, apenas alcanzan a circular? La respuesta no está solo en el contenido, sino en la forma en que la se que consumen, se comparten y se priorizan. Casos como los de Chicharito o “Lady Racista” se vuelven virales en minutos. En contraste, la historia de la maestra Irma, aún con su carga humana y trágica, apenas generó conversación.
Este fenómeno se explica desde una mirada que cruza lo emocional, lo mediático y lo estructural.
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Tres casos: dos virales y uno… no tanto
El futbolista Javier “Chicharito” Hernández se volvió tendencia tras publicar un video en el que hace comentarios sobre el machismo. Bastó una grabación en su cuenta personal para activar miles de reacciones. Su fama hizo el resto.
Por otro lado, Ximena “N”, conocida en redes como “Lady Racista”, fue grabada mientras insultaba a un policía por motivos relacionados con su tono de piel. El video se difundió con velocidad. Había rostro, audio y un detonante perfecto: la indignación.
Luego está el caso de la maestra Irma, que exigía atención por razones muy distintas. Su historia apareció en un video donde se le ve escoltada por hombres armados, obligada a leer un mensaje. Días después, fue encontrada sin vida. A pesar de lo alarmante, su caso apenas logró generar conversación.
¿Por qué unas historias generan ruido y otras se silencian?
De acuerdo con el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, las redes sociales se comportan como sistemas donde ciertas voces, como las de influencers o figuras públicas, tienen nodos de conexión más potentes.
Son puntos de alto impacto que amplifican cualquier contenido, sin importar su calidad o profundidad.
El algoritmo, además, prioriza aquello que genera reacciones inmediatas: ira, sorpresa, escándalo. Y es ahí donde las historias más extremas, más viscerales, terminan por dominar la conversación.
Lo que importa no siempre es lo que se comparte
La historia de la maestra Irma no es solo dolorosa, también es un reflejo de cómo el esfuerzo, la valentía o el sacrificio en contextos rurales o marginados rara vez logran colocarse en la agenda pública. No por falta de mérito, sino porque no alimentan el circuito de lo viral.
Mientras tanto, las figuras públicas, por el simple hecho de serlo, mueven conversaciones, titulares y emociones. En este entorno, la fama y el escándalo se convierten en moneda de visibilidad.
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4 claves para entender por qué unas historias se viralizan y otras no
1. La fama amplifica todo
- Efecto halo y celebridad: Investigaciones como la de Knoll & Matthes, publicada en International Journal of Advertising, explican cómo las figuras públicas influyen directamente en la percepción y en la propagación de contenidos.
- Caso concreto: Javier “Chicharito” Hernández suma más de seis millones de seguidores en Instagram. Según IEBS, los influencers con grandes audiencias generan mayor engagement, incluso con contenidos triviales o controversiales.
2. La indignación viaja más rápido que la admiración
- Jonah Berger y Katherine L. Milkman explican que los contenidos que despiertan emociones intensas —como la ira— tienen mayor potencial de viralidad que aquellos que apelan a la ternura o la inspiración.
- Estudios del MIT demostraron que las noticias falsas o escandalosas se difunden más rápido que las verdaderas, justamente porque apelan a reacciones emocionales.
3. Los medios siguen los clics
- La teoría del valor-noticia, planteada por Galtung y Ruge, señala que los medios priorizan historias con factores como el conflicto, la celebridad y la rareza.
- Estudios como el de Tandoc (2014) en Digital Journalism explican cómo el modelo de ingresos por clics y tráfico ha desplazado el periodismo profundo, favoreciendo contenidos diseñados para generar reacciones rápidas.
4. Hay una desigualdad estructural en la atención mediática
- Según la investigadora Sonia Livingstone, en muchos contextos las historias de lucha en zonas empobrecidas se ven como “excepciones”, no como realidades urgentes que merecen visibilidad sostenida.
- La antropóloga Rita Segato ha documentado cómo los errores de figuras públicas reciben mayor cobertura que los actos de resistencia o sacrificio de personas anónimas, sobre todo si provienen de sectores rurales o marginados.
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Staff Fue parte del equipo de MIT SMR México de mayo a agosto de 2025.y recibe contenido exclusivo


