La relación entre los líderes y su equipo de trabajo debe de ser cordial. Es cierto que en muchas ocasiones […]
La relación entre los líderes y su equipo de trabajo debe de ser cordial. Es cierto que en muchas ocasiones es imposible ser amigos de las personas con las que se labora, sin embargo, esto no impide ser respetuosos los unos con los otros.
Una relación cordial entre las personas con mayor jerarquía y los integrantes de su equipo fomenta un ambiente de confianza mutua. Cuando hay confianza entre ambas partes, se facilita la comunicación abierta, la colaboración efectiva y el trabajo en equipo.
Según una encuesta de Slack, la confianza es fundamental para el éxito de los empleados. Los trabajadores de oficina que se sienten en confianza muestran un rendimiento excepcionalmente más alto, incluso, duplican su índice de productividad.
“Las empresas de todas las geografías e industrias llevan años experimentando una erosión de la confianza. Los datos muestran que este problema abre oportunidades para que las empresas se centren en la confianza para lograr beneficios tanto culturales como de productividad”.
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Es esencial que los líderes establezcan y mantengan límites claros en su relación con los empleados. Esto es una pieza clave para promover un ambiente de trabajo respetuoso, justo y productivo.
La invasión de la privacidad socava la confianza entre los líderes y los colaboradores. Los empleados pueden sentirse vigilados o sospechar que su líder no respeta su espacio personal, lo que puede generar resentimiento y disminuir la moral y la productividad.
Actualmente muchas empresas se encargan de vigilar a sus equipos a través del uso de la tecnología.
Un estudio realizado por Gartner mostró que el 17 por ciento de las organizaciones monitorean los datos de uso de la computadora en el trabajo. Esto merma la confianza.
El abuso de poder por parte de los líderes puede tomar muchas formas y tener un impacto significativo en la moral, la productividad y el bienestar de los empleados.
Es importante que las organizaciones establezcan políticas claras y procedimientos de denuncia para abordar el abuso de poder y proteger los derechos de los empleados.
Una de las formas más reconocibles de esto es abusar de su poder al explotar a los colaboradores. Por ejemplo, exigiendo horas extras no remuneradas, ignorando los límites de la jornada laboral o negándoles descansos adecuados.
Cuando los líderes no son transparentes sobre las decisiones, políticas o prácticas de la empresa, los colaboradores pueden percibir que se les oculta información importante. Esto puede llevar a una sensación general de desconfianza hacia la dirección y la empresa en su conjunto.
Según Deloitte, se identificó un enfoque cada vez mayor en la confianza y la transparencia como la tendencia que tendría el mayor impacto en el éxito de una organización.
“El 86 por ciento de los trabajadores encuestados dicen que un enfoque de transparencia en la relación entre los trabajadores y la organización es muy importante”.
Los empleados que se sienten descuidados o maltratados por sus líderes tienen más probabilidades de buscar oportunidades laborales en otros lugares.
Esto puede resultar en una mayor rotación de personal y un aumento del ausentismo, lo que puede afectar la productividad y la estabilidad del equipo.
Además, la manera en que los líderes tratan a sus colaboradores puede afectar la percepción pública de la empresa. Si se percibe que la empresa no se preocupa por el bienestar de sus empleados, esto puede dañar su reputación y afectar su capacidad para atraer y retener talento.
Cuando los colaboradores perciben que hay favoritismo en la empresa y que ciertos individuos reciben un trato preferencial, puede generar desmotivación y descontento entre el resto del equipo. Esto lleva a una disminución en la moral y en la productividad general.
De acuerdo con un estudio de CBS, más del 75 por ciento de los empleados han sido testigos de favoritismo en el lugar de trabajo.
“El favoritismo puede incluso llevar al directivo o a alguien en un puesto superior a tomar decisiones favoreciendo a las personas que le agradan. Esto puede tener consecuencias negativas para los demás”.
La discriminación puede llevar a una cultura laboral tóxica y excluyente, lo que dificulta la atracción y retención de empleados diversos. La diversidad y la inclusión son importantes para la innovación, la creatividad y el rendimiento empresarial, por lo que esta actitud puede obstaculizar estos aspectos.
Las prácticas discriminatorias pueden dañar la reputación de la empresa en el mercado y entre sus clientes, proveedores y socios comerciales. Una mala reputación puede afectar la imagen de la empresa, su capacidad para atraer talento y clientes, y su éxito a largo plazo.