La reforma de pensiones impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron busca incrementar la edad de jubilación y ampliar el periodo de cotización. ¿Por qué está provocando tanto descontento? Aquí algunas respuestas para entender las movilizaciones en Francia.
Las protestas en Francia que comenzaron desde el 19 de enero de 2023 han puesto en jaque al gobierno de Emmanuel Macron. La reforma de pensiones impulsada por el mandatario busca aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Medios locales consideran que esta reforma es altamente simbólica y representa una prueba social en la que Emmanuel Macron se juega el futuro de su segundo mandato de cinco años y al mismo tiempo debe mostrar su poder frente a un frente sindical unido y encuestas de opinión muy desfavorables.
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El proyecto se presentó el 10 de enero de 2023 por la Primera Ministra, Elisabeth Borne, tras unos meses de consultas con los agentes sociales y las fuerzas políticas, es una nueva reforma del sistema de pensiones de reparto.
Lo que quiere decir que busca recorrer la edad legal de jubilación a los 64 años en 2030, Este aplazamiento se realizará de manera gradual a partir del 1 de septiembre de 2023 ,en incrementos de tres meses por año.
Además prevé acelerar la ampliación del período de cotización a 43 años a partir de 2027, pero nadie tendrá que trabajar por más de 44 años.Una extensión del período de cotización se aplicará más rápidamente que lo previsto por la Ley Touraine de 2014.
Actualmente está fijado en 42 años, el período de cotización aumentará a 43 años a partir de 2027, en lugar de 2035. Este incremento también se dará de manera paulatina, a razón de un trimestre adicional por año.
Para carreras largas, las pocas personas que comenzaron a trabajar entre los 14 y los 16 años podrán jubilarse a los 58. Esta edad será de 60 años para un inicio antes de los 18 años, 62 para un inicio antes de los 20 años y 63 antes de los 21 años, de acuerdo con el periódico Le Monde.
Maud Bregeon (@MaudBregeon): “Le droit de grève oui, mais la bordélisation du pays, ce n’est pas possible” pic.twitter.com/i5DMCLdp5h
— BFMTV (@BFMTV) March 17, 2023
De acuerdo con un análisis elaborado por Le Monde, desde 1950, los franceses han ganado 15 años de esperanza de vida.
Por poner un ejemplo, una niña nacida en 2021 podría vivir hasta los 85.4 años en las condiciones de mortalidad actuales, mientras que un niño nacido en el mismo año viviría hasta los 79.3 años.
Sin embargo, esta progresión esconde desigualdades entre hombres y mujeres, pero también entre categorías socioprofesionales. Para muestra de ello, es que la esperanza de vida de una ejecutiva de 35 años es hoy de 88 años, es decir, 10.4 años más que la de un trabajador manual.
Pero vivir más no significa necesariamente vivir mejor: el 23 por ciento de los franceses sufrieron una limitación física durante su primer año de jubilación en 2018, según el Ministerio de Salud.
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Los opositores a la reforma también consideran que la reducción del gasto público es la primera justificación del proyecto, mucho más que la urgencia de salvar el sistema de pensiones. Medios locales señalan que el sistema tiene más de 163 mil millones de euros en reservas movilizadas.
El presidente Emmanuel Macron reiteró que quería “salvar” el sistema de reparto, equilibrando las cuentas para “preservar nuestro modelo redistributivo”.
“El objetivo es apuntalar nuestros planes de pensiones de reparto que, de lo contrario, estarían en riesgo a medida que continuamos financiando a crédito“, dijo, durante su discurso del 31 de diciembre de 2022.