Las temperaturas en algunos estados de la República rebasan los 40 grados, esto como resultado de la ola de calor. Este fenómeno no solo afecta la salud, también perjudica tu bolsillo ya que los motores se calientan y gastan más gasolina.
Las altas temperaturas que rebasan los 40 grados en algunos estados del país son las culpables de que la gasolina no rinda tanto como en otras temporadas del año.
De acuerdo con información oficial, una ola de calor es un periodo de temperaturas altas, es más más común durante la primavera y el verano, entre los meses de marzo y julio. Afectan a las personas y pueden provocar la muerte, contingencias ambientales e incendios forestales.
Sin embargo, estos fenómenos no solo afectan la flora y fauna que habita en los diversos lugares, también tiene mucho que ver con el aumento del consumo de ciertos bienes. Uno de ellos es la gasolina.
¿Qué es una onda de calor y cómo se puede proteger la población ante el aumento de las temperaturas?
Entre mayor sea la temperatura en el ambiente, el motor se calienta más rápido, y esto provoca que requiera más energía. Además, con las altas temperaturas, la gasolina suele evaporarse más rápido, lo que resulta en mayor consumo y gasto de combustible.
Cabe destacar que el uso del aire acondicionado en el vehículo, aunque propiamente no usa combustible, también afecta su rendimiento.
Si al uso del aire acondicionado se suma que existe una temperatura ambiental muy alta. Diversos estudios apuntan que la combinación del uso del aire acondicionado y el excesivo calor pueden elevar el consumo de gasolina en un 25 por ciento.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda a los automovilistas llenar el tanque antes de las 10:00 horas o después de las 18:00 horas, cuando las temperaturas no están en su punto máximo del día.
Además, intenta no dejar tu auto bajo el sol para evitar que esté expuesto a temperaturas más elevadas de lo normal. También, esto ayudara a evitar desgaste en la pintura.
Lo ideal es no transportar cosas innecesarias en tu vehículo, ya que el peso demanda más consumo de combustible. También puedes intentar manejar a una velocidad constante y evitar frenadas bruscas, ya que esto genera un mayor gasto de gasolina.