Ambas temporadas ofrecen rebajas, pero sus reglas, duración y estrategias son completamente diferentes. Te mostramos qué evento conviene más según tu perfil de comprador y cómo sacar el máximo provecho sin descalabrar tu bolsillo.
La temporada de descuentos ya no espera al último minuto. En México conviven dos fenómenos: El Buen Fin (una campaña nacional que busca estimular el consumo) y el internacional Black Friday.
Aunque ambos prometen ahorrar dinero, no son intercambiables: cada uno tiene reglas, ventajas y riesgos.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosUn estudio de Ipsos revela que El Buen Fin se ha consolidado como el evento de compras más popular en México, ya que atrae principalmente a mujeres y jóvenes, con un 92 por ciento de participación.
Le sigue el Hot Sale con 66 por ciento, y otras ventas importantes como el Black Friday y la Venta Nocturna en 48 por ciento.
Algo que llama la atención del mismo reporte es que el 70 por ciento de los encuestados admiten incurrir en deudas para aprovechar las ofertas de esas temporadas.
En otras palabras, no basta con esperar el “gran descuento”: conviene entender bien estos eventos, su mecánica y su impacto real en tu bolsillo.
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El Buen Fin nació en 2011 como una iniciativa público-privada para despertar el comercio en el último trimestre del año y fomentar el consumo responsable.
Se lleva a cabo normalmente durante un fin de semana extendido en noviembre, y en 2025 tendrá lugar del jueves 13 al lunes 17 de noviembre.
El Black Friday surgió en Estados Unidos al día siguiente de Acción de Gracias y marca tradicionalmente el inicio de la temporada navideña de compras.
En México ha sido adoptado por muchas tiendas con descuentos puntuales, pero no reemplaza por completo al El Buen Fin.
Si estás buscando gadgets de última generación o rebajas exprés, el Black Friday puede ser el evento.
Pero si quieres comprar con cabeza, aprovechar bienes duraderos, comparar precios y evitar prisas, El Buen Fin te brinda el mejor escenario.
En términos generales, El Buen Fin se orienta a la economía doméstica escalonada, y el Black Friday a la experiencia global del descuento agresivo.
En concreto, si necesitas un televisor grande, un paquete vacacional o renovar mobiliario, El Buen Fin ofrece ventajas por su duración y calidad formal del comercio.
Si, en cambio, buscas un accesorio de moda que “vuela” en un día, entonces el Black Friday puede darla.
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