Si consumes propaganda, eres pobre; si la produces, eres rico
Si diriges una empresa y ayudas a implementar la "cultura organizacional", sorpresa: eres un propagandista. (Imagen generada con Inteligencia Artificial/blinkstud.io/Adobe Stock)
Todo se reduce a una simple pregunta: ¿eres consumidor o productor de propaganda? La respuesta define si eres “pobre” o “rico” en el mundo de la información.
¿Te has fijado en esa foto que anda circulando por ahí? Sí, esa donde Elon Musk hace ese saludo tan… peculiar. Algunos dicen que es un saludo romano, otros que es otra cosa más oscura.
¿Te provoca algo verla? ¿Te ríes? ¿Te indignas? ¿La compartes en secreto con tus amigos? Pues felicidades, acabas de caer en el consumo de la propaganda.
Pero espera, no te sientas mal. Todos caemos. Es más, probablemente estás consumiéndola mientras lees esto. Y sí, incluso este artículo es propaganda. ¿Irónico, no?
La propaganda no es lo que piensas (o sí, pero peor)
Antes de que salgas corriendo pensando que te voy a hablar de nazis, déjame contarte algo interesante: ¿sabías que la palabra “propaganda” viene de la Iglesia Católica? Sí, así es.
“Propaganda Fide” es la propaganción de la fe. Google it. ¿Te cambió la perspectiva? Pues prepárate, porque viene más.
Los nuevos maestros de la persuasión
Mira a Mark Zuckerberg, por ejemplo. ¿Notaste su nuevo look? ¿Su repentino interés en “masculinizar” Meta? (son sus palabras, no las mías).
¿Las nuevas políticas que curiosamente se parecen tanto a las de X? ¿Casualidad? Ja. Y luego está el asunto del escote de la esposa de Bezos… ¿También es casualidad?
La pregunta real es: ¿estás solo consumiendo todo esto, o estás produciendo algo?
Pobres vs. Ricos (en la propaganda)
Hay un dicho que dice: “Los pobres, consumen; los ricos, producen”. Aquí viene lo interesante: ser solo consumidor de propaganda es como ser pobre intelectualmente.
“Pero yo trabajo y produzco”, dirás. No, mi estimado lector, tener un empleo no es producir. El que produce es el dueño de la empresa. Puedes debatirme y gritarme que conduces un auto deportivo, que te vistes de puro Brioni… te entiendo (“been there”) pero, la realidad es que… tú solo eres parte de su maquinaria productiva. “Dispensable”, le llaman. Duro, ¿verdad?
Y con la propaganda pasa igual. Si solo te dedicas a compartir memes de Trump bailando YMCA, lamento decirte que eres propagandísticamente (intelectualmente) pobre. Sí, aunque te den “like”.
Cómo dejar de ser pobre (en propaganda)
¿La solución? Vuélvete un productor. Y no, no necesitas ser un Elon Musk o un Trump para hacerlo. Pero sí necesitas entender algunas cosas, para empezar:
- Entre más complicado te comuniques, menos influencia tendrás.
- Entre más vulgar seas, más público tendrás. (¿Ya entendiste por qué Zuckerberg se está “masculinizando”?)
- Simplificar es necesario, aunque no quieras un público gigante (puedes ser un “Thinkfluencer” de nicho)
- Compartir lo que crees (tu propio sistema de creencias, no el de tu líder espiritual) es producir.
- Puedes ser un “Thinkfluencer” o solo un influencer. La diferencia está en si quieres quieres impacto real y de nicho o números grandes.
El arte de la vulgarización
Mira a nuestros amigos billonarios tech: se están vulgarizando a propósito. ¿Por qué? Porque funciona. La gente o te adora o te odia, pero de cualquier forma, ganas.
Es como ese dicho que se cita en “El Libro Secreto de la Propaganda”:
“No importa que hablen mal de mí, pero que hablen”.
¿Y tú qué?
Si diriges una empresa y ayudas a implementar la “cultura organizacional”, sorpresa: eres un propagandista.
Si escribiste un libro o das charlas motivacionales, también. Si simplificas mensajes complejos para que tu equipo los entienda (y ellos producen para ti) ¡bingo! Eres propagandista.
La diferencia es que Musk, “Trun”, Bezos y Zuckerberg lo saben. Tú acabas de enterarte.
La conclusión (si es que hay una)
Al final, todo se reduce a una simple pregunta: ¿eres consumidor o productor de propaganda? La respuesta define si eres “pobre” o “rico” en el mundo de la información.
Y si este artículo te pareció demasiado simplista, vulgar o provocador… bueno, felicidades: acabas de presenciar propaganda en acción.
Si quieres algo más sofisticado para entenderla a profundidad te dejo bibliografía:
“Propaganda Technique in the World War”
“El Libro Secreto De La Propaganda: 33 claves para encender la convicción”
Nota del autor: Este artículo fue escrito con total consciencia de ser propaganda. ¿Meta, verdad? “Hazle propaganda a la propaganda”.
¿Cómo la propaganda puede salvar vidas humanas y animales callejeros en crisis?
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