Recuerda: el abogado representa a la empresa, no a ti. Lo que digas podría usarse en tu contra si le beneficia a la organización y solo es privado si ellos quieren.
En escándalos de corrupción de empresas, ¿qué termina pasando con quienes toman las decisiones? En estos dos artículos te doy un resumen de qué esperar y qué hacer si un día te toca a ti.
En la primera entrega explicamos por qué puedes ser responsabilizado si tu empresa se ve envuelta en corrupción. Ahora, ¿cómo sucede esto en la vida real? Te doy mis mejores consejos.
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Antes de cualquier problema, asegúrate de conocer bien la descripción de tu puesto y cúmplela al pie de la letra.
Si te piden algo fuera de tus funciones solicita la instrucción por escrito. Así, si llega una investigación te podrás defender aunque tu trabajo haya sido usado indebidamente.
Documenta todo y, si notas algo irregular, (protégete primero y después) repórtalo. Las empresas serias tienen canales de denuncia anónimos y te deberían dar comprobante de tu denuncia.
No uses dispositivos personales para el trabajo. Aunque sea cómodo, si la empresa te pide entregar tus dispositivos, tu información personal también quedará expuesta. Mejor usa los dispositivos que te dé la empresa.
La empresa ordenará conservar información y no eliminarla (o «hold directive»). Por favor síguela al pie de la letra y no elimines ni destruyas información; esto puede significar la diferencia entre ir o no a la cárcel.
Después vendrán las entrevistas. La empresa pedirá que te reúnas con sus abogados y seas totalmente transparente.
Recuerda el caso Upjohn: el abogado representa a la empresa, no a ti. Lo que digas podría usarse en tu contra si le beneficia a la empresa y solo es privado si la empresa quiere.
Durante la entrevista, escucha con calma, aclara dudas y da la respuesta más sencilla posible.
Si te piden firmar las notas de la entrevista, pide una copia (pueden negártela) y sigue un consejo muy de abogados que siempre es bueno: «Si (1) no lo entiendo; y (2) no estoy de acuerdo, no lo firmo».
Importante: no responder o entregar documentos o información solicitada puede ser causal de despido, así que usa el sentido común. Aunque, legalmente, la empresa puede entrevistarte sin tu abogada (no son autoridades y no estás detenida), siempre pide que te acompañe; a veces funciona.
Para la mayoría, todo termina ahí, pero en algunos casos te pueden requerir una «declaración de testigos previa a juicio» (o «deposition»).
Aquí sí puedes estar acompañado por tu abogada y la entrevista puede ser grabada. En algunos países, las abogadas son funcionarias judiciales, así que nuevamente: di la verdad de forma sencilla y usa el sentido común.
En ambos casos, lo que entregues puede usarse como prueba en juicios, así que no eliminar nada y sentido común.
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Las consecuencias pueden variar, pero lo más común es que los directivos procesos penales si los tribunales consideran que no previnieron la corrupción. En el mejor de los casos, pasarán meses en juicios agotadores; en el peor, pueden pagar multas de cientos de miles de dólares.
Y aunque no haya sanción penal, puede haber procesos civiles (costoso y largos) donde los accionistas demanden a los directivos por no hacer bien su trabajo.
El daño reputacional es el riesgo más impredecible. A veces los involucrados siguen con su vida normal, otras terminan cambiando de profesión o hasta de ciudad. Por eso, lo mejor es trabajar cerca del equipo de gestión de crisis de la empresa (ojo: si nunca designaron equipo de gestión de crisis, sal corriendo).
La idea de este resumen es que comprendas la seriedad de estos cargos y estés preparado.
Usualmente, los abogados son contratados por la empresa, no por los empleados. La mayoría de las veces, si no hiciste nada malo, el resultado es inofensivo, pero estar en medio de un caso así puede dar miedo. Que esta información te ayude a estar menos asustado y mejor preparado.
