Construir un portafolio patrimonial, que precisamente se centre en el largo plazo, como inversión complementaria a la Afore, es ideal para pensar en el momento del retiro o vejez.
Planear para el futuro es algo que nos debería importar a todos. Factores como la volatilidad en el mercado laboral y una mayor expectativa de vida hacen que invertir en un retiro digno sea parte necesaria de la planeación financiera de nuestras vidas.
Sin embargo, solo un poco más de la mitad de la población en México cuenta con algún medio para cubrir los gastos de su vejez.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosLa Afore es el principal instrumento de inversión para el retiro de los trabajadores en México; pero la realidad muestra que lo acumulado en ella podría no ser suficiente para mantener el nivel de consumo y el estilo de vida en la tercera edad.
Lo óptimo sería que un empleado tenga una tasa de reemplazo —porcentaje del último salario que recibe como pensión al jubilarse— entre el 70 y 85 por ciento, pero el estudio Pensions at Glance 2023 de la OCDE estima que la tasa de reemplazo promedio en México será de 55.5 por ciento.
Por lo que es ideal que las personas cuenten con una estrategia de inversión complementaria y así asegurar que sus recursos sean mayores en el momento de su jubilación.
Paciencia: el verdadero poder detrás de una inversión
Construir un portafolio patrimonial, que precisamente se centre en el largo plazo, como inversión complementaria a la Afore, es ideal para pensar en el momento del retiro o vejez.
Estos portafolios tienen un horizonte de inversión de 20 o 30 años y aunque es una apuesta a largo plazo, hay personas que aún le temen a la inversión en renta variable —o acciones— y se inclinan por conformar sus portafolios mayoritariamente con activos de deuda o bonos.
Si bien esta es una apuesta segura y de menor riesgo, pues es más o menos de lo que se conforman la mayoría de las Siefores —los fondos de inversión donde las Afore invierten el ahorro de los trabajadores para generar rendimientos—, pruebas recientes han demostrado que apostar por la inversión en acciones en un plan para el retiro es una estrategia viable.
En estas pruebas llevadas a cabo por investigadores de la Universidad Emory, Arizona y Misuri, resalta el factor temporal, ya que a corto plazo las acciones sí pueden ser volátiles e implican mayor riesgo, pero en el largo plazo se observa que la variabilidad es menor y los rendimientos son considerablemente superiores.
La creencia general es que entre más joven es un trabajador, tiene mejor perfil para apostar por activos de mayor riesgo, como las acciones, mientras que quienes están cerca de la jubilación deben alinearse a activos más seguros, como los bonos, pero incluso se ha observado que para estos trabajadores mayores, apostar por acciones también puede ser viable.
Entonces, es correcto asumir que la percepción de que las acciones son siempre muy riesgosas, puede estar limitando a muchas personas de acceder a un retiro con libertad financiera.
Perderle miedo a las acciones, así como comprometerse con una estrategia de inversión complementaria a la Afore, son dos cosas que se pueden hacer poco a poco y con ayuda de un experto en asesoría financiera.
El verdadero reto es superar las barreras psicológicas que nos hacen ver el futuro como algo lejano y no como una responsabilidad que tenemos con nosotros mismos.
Moisés Saad Velázquez es VP Director of Advisory and Investment Solutions en GBM
Asesoría financiera, habilitando la profesión del asesor