Abrazar tus emociones y cicatrices es el primer paso para fortalecer tu inteligencia emocional. Cono ce cómo cultivar esta habilidad clave para la vida.
Hace unas semanas fui a ver con mi hija Intensamente 2 y me quedé con esta reflexión (también como una afirmación personal):
“Abrazar todas las emociones es permitirte abrazar tu SER en su totalidad (eres todo), es dar un paso a ese espacio de paz interna basado en la inteligencia emocional y presencia plena para dar espacio a la aceptación”.
Primero, un poco de contexto: Más o menos venimos cargando tres generaciones muy lejanas a la educación sobre la inteligencia emocional, venimos de generaciones basadas en la educación cognitiva que durante muchos años hizo a un lado las emociones.
La realidad es que a todos nos ha tocado una menor o mayor proporción de las cicatrices ante este hecho (sin echar culpas o siendo víctimas).
Somos producto de linajes que un día decidieron unirse para formar familias, generaciones, lo cual es hermoso y muy revelador al mismo tiempo.
Así como afirmamos “se parece a su abuela” o “tiene una personalidad similar a la de su madre o padre”, entre muchas más afirmaciones que muestran nuestro bagaje, lo cierto es que también traemos en ese maletín temores, percepciones, patrones conductuales, fantasías, emociones heredadas…
Esta situación fue hermosamente retratada en el libro Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, quien muestra cómo a través de diferentes generaciones se repite el mismo temor.
¿Lo has vivido? hasta que este se convierte en realidad y acaba con toda una estirpe.
En particular, lo que se hereda de las generaciones anteriores son además de ciertas tradiciones (bellas y dignas), las pesadillas, los traumas, las experiencias no elaboradas.
También esa herencia emocional puede manifestarse como una enfermedad.
La psicoanalista francesa Francoise Dolto afirmó:
“Lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”.
Y este tema es fascinante para mí pues cada séptima generación tiene la posibilidad de sanar hechos para elegir nuevas formas a través de la inteligencia emocional y sanar.
Uno de mis autores favoritos Daniel Goleman comparte de manera significativa este fascinante universo de inteligencia emocional.
Daniel Goleman enfatiza la idea de que la inteligencia emocional se puede desarrollar y mejorar a lo largo de la vida mucho mas viable antes de los 25 años y en mayor reto y compromiso en una edad adulta avanzada también es posible.
Aquí te doy algunos consejos basados en sus enseñanzas:
1. Auto conciencia continua: Practica ser consciente de tus emociones y reacciones en diversas situaciones. Esto implica observarte a ti mismo de manera reflexiva y honesta para identificar patrones emocionales.
2. Educa tus emociones: Dedica tiempo a comprender mejor cómo funcionan las emociones y cómo influyen en tu pensamiento y comportamiento. Esto te ayudará a manejarlas de manera más efectiva.
3. Práctica la autorregulación: Trabaja en desarrollar técnicas para gestionar tus emociones, como la respiración profunda, la meditación o el cambio de perspectiva. La clave está en aprender a responder en lugar de reaccionar impulsivamente.
4. Cultiva la empatía: Practica ponerte en el lugar de los demás y escuchar activamente sus emociones. Esto fortalecerá tus habilidades para entender y conectar con los demás de manera genuina.
5. Desarrolla habilidades sociales: Trabaja en mejorar tus habilidades de comunicación, resolución de conflictos y trabajo en equipo. Estas habilidades son fundamentales para construir relaciones saludables y efectivas.
6. Persistencia y paciencia: Reconoce que el desarrollo de la inteligencia emocionales un proceso continuo que lleva tiempo y práctica. Sé paciente contigo mismo mientras integras nuevas habilidades y rutinas emocionales en tu vida diaria.
En conclusión, Goleman nos aconseja que la inteligencia emocional se puede cultivar a cualquier edad mediante la práctica consciente y el compromiso continuo.
La clave está en estar dispuesto a aprender y mejorar nuestras habilidades emocionales para tener una vida en balance y satisfactoria.
La falta de educación en inteligencia emocional puede ser rastreada a varias generaciones atrás, ya que tradicionalmente la educación se ha enfocado más en el desarrollo académico y cognitivo que en el manejo de las emociones. Este enfoque ha llevado a que muchas personas no hayan recibido una formación adecuada en cómo reconocer, entender y gestionar sus emociones de manera efectiva.
Desarrollar la inteligencia emocional de manera personal requiere compromiso y práctica constante. A medida que te vuelvas más consciente y hábil en la gestión de tus emociones, notarás mejoras significativas en tu bienestar general y en tus relaciones interpersonales.
El mindfulness tiene beneficios en el fortalecimiento de la inteligencia emocional como:
1. Autoconciencia emocional: ayuda a desarrollar una mayor autoconciencia emocional al centrar la atención en el momento presente. Esto permite reconocer de manera más clara las emociones que surgen en cada momento, sin juicio ni reacción automática y verbalizar para dejar de guardarte todo.
2. Autorregulación emocional: Al estar más consciente de tus emociones, puedes responder de manera más controlada y adaptativa en lugar de reaccionar impulsivamente. Esto incluye la gestión del estrés y la reducción de la reactividad emocional.
3. Empatía: al desarrollar la habilidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones desde un espacio de apertura y aceptación. Esto fortalece las conexiones emocionales y mejora las relaciones interpersonales.
4. Reducción del estrés: ha demostrado reducirlos niveles de estrés y ansiedad. Al cultivar la atención plena en el presente, se promueve una sensación de calma y bienestar que facilita el manejo de situaciones estresantes.
5. Mejora en las habilidades sociales: Al estar más consciente de tus propias emociones y las de los demás, así como de las interacciones en el momento presente, el mindfulness mejora las habilidades sociales. Esto incluye una comunicación más efectiva, una escucha más comprensiva y una mejor resolución de conflictos.
El mindfulness es una herramienta poderosa para fortalecer la inteligencia emocional al mejorar la auto conciencia, la autorregulación emocional, la empatía, la gestión del estrés y las habilidades sociales. Integrar prácticas de mindfulness en tu vida diaria tiene un impacto positivo significativo en tu bienestar emocional y en tus relaciones con los demás ¡Te acompaño!
Prácticas diarias en tu libreta personal para cultivar tu inteligencia emocional cada día ¡a ejercitarla para no perderla!
Al iniciar tu día pregúntate: ¿Cómo me siento hoy, cómo estoy?
Anota y describe las sensaciones físicas y nota pensamientos recurrentes que estén relacionados.
Toma espacio para aceptar esa emoción y sentimientos que surgen (son dos aspectos diferentes).
Pregúntate: ¿Qué necesitas hoy VERDADERAMENTE? ¿Qué práctica te puede beneficiar?
Toma acción y hazlo por ti, para ti y a través de ti.
Rosa León