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Fábula del zorro que no sabía quién era

Genaro Mejía 27 Ago 2025

Esta es la historia de Zorro, un importante director que vivía con el temor constante a que le quitaran el poder. Se volvió esclavo de ese miedo y, aunque pudo, nunca quiso ser libre.

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Sus enemigos estaban por todas partes. Lo acechaban de día y de noche. Esperaban que cometiera cualquier mínimo error para exponerlo ante los dueños de la empresa y quitarle su preciado –y muchos años anhelado– puesto.

Nada de esto era cierto, pero así pensaba este importante director de una muy prestigiosa compañía, a quien llamaremos Zorro, que vivía con el temor constante a que alguien le arrebatara el cargo.

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Trabajando en su oficina, de repente, miraba de un lado a otro, como temiendo que alguien lo atacara. De noche, en su casa, junto a su esposa Comadreja, no podía dormir. Traía el miedo pegado a la piel.

Todos –eso creía él– querían su posición, pero desconfiaba en especial de Oso, uno de sus gerentes más bonachones, estimado por los jefes y por su equipo, por ser chambeador y buen compañero.

Pero Zorro no solo quería conservar su puesto a toda cosa; también quería más poder: soñaba con ser el director regional. No le importaba vivir para trabajar, tener que estar disponible 24/7, desayunar, comer y cenar estrés.

Un día su obsesión por el trabajo terminó por hartar a su esposa, quien lo dejó solo en su lujoso departamento. Él sufrió mucho por la ausencia de su compañera de vida. Se le vio enflaquecer de forma acelerada. Pero ni eso le quitó el hambre de poder.

Así comenzó su tormenta perfecta. Sin amor a su lado, se volvió esclavo de su miedo y de su ambición. Estaba intratable, más altanero y mamón que nunca. Les gritaba y humillaba a sus colaboradores. Al mismo tiempo, no perdía la oportunidad todos los días de insistirle a los dueños, los dos Mandriles, para que le dieran el puestazo en Latam.

Para colmo de males, uno de los propietarios cometió un grave error que hizo perder millones a la empresa y alguien tenía que asumir las consecuencias, así que Zorro fue despedido.

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No querer ser libre

Cuenta la leyenda que los primeros meses sin trabajo, desapareció del mapa. Tomó tiempo para reflexionar y se escondió en alguna guarida secreta, donde se dio cuenta que había perdido lo más valioso que tenía: a Comadreja.

Así que hizo todo lo necesario para reconquistarla y muy pronto estuvieron juntos de nuevo. Quienes lo vieron por esos días dicen que se le veía relajado y hasta sonreía. Parecía alguien distinto.

No había pasado un año desde su despido, cuando la pareja anunció que habían lanzado una firma de consultoría. No se llegó nunca a saber si el emprendimiento fue exitoso o no porque el destino le puso enfrente una oportunidad disfrazada.

Sus antiguos jefes, los extravagantes Mandriles, se aliaron con un socio nuevo que le inyectó más dinero al negocio con la única condición de que recontrataran a Zorro para la dirección regional. ¡Así es! El sueño anhelado tocó de nuevo a sus puertas. Ni tardo ni perezoso, aceptó regresar con más poder que antes.

Lo que pasó después creo que te lo puedes imaginar: el flamante director de toda la región dejó de pisar el suelo, se volvió más pedante. No importaba que tuviera menos presupuesto y menos equipo a quien mangonear, él era el nuevo rey.

Claro que su puestazo vino acompañado también de más estrés, más trabajo y menos tiempo. Su esposa lo abandonó de forma definitiva, al igual que muchos verdaderos amigos que ya no podían hablar con él. Se volvió inalcanzable.

Tuvo la oportunidad de ser libre, de no tener que soportar a los locos patrones de la compañía, de ser su propio jefe, de tener tiempo para estar con Comadreja, con la gente que lo apreciaba tal como era, pero prefirió tener el poder y volver a asfixiarse con el miedo a perderlo. Porque él no era nadie –eso sentía– sin aquel puesto.

La moraleja de esta fábula –basada en hechos reales– es que si no sabes quién eres, siempre necesitarás validación a través de un cargo, pero si te conoces y te aceptas como eres, siempre serás libre y podrás vivir sin miedo porque nadie te puede quitar tu esencia.

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Genaro Mejía

Fundador de Bar Emprende Periodista de negocios, estratega editorial, consultor en storybeing y comunicación integral, y mentor de emprendedores. LinkedIn Top Voices 2019. Fundador de BAR EMPRENDE. Speaker en temas de liderazgo, storytelling, periodismo digital, comunicación integral y emprendimiento. Fue director de Entrepreneur en Español y fundador de Forbes.com.mx. Ha sido editor en El Financiero, El Economista y Expansión, y reportero en El Universal.

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