Las organizaciones deben reconsiderar sus estrategias de bienestar, promover espacios para escuchar y tomar en cuenta a sus equipos y así impulsar soluciones para mejorar el clima laboral.
No es del todo nuevo pensar que las prácticas y el estilo de gestión en las organizaciones influyen en la salud mental de los colaboradores. Desde los años 60, se hizo patente que la forma de dirigir a un equipo impacta en el desempeño de las personas; en su productividad.
Sin embargo, sólo recientemente, la preocupación por el bienestar de los trabajadores, y no sólo por su capacidad productiva, está produciendo cambios, al grado de que existe claridad sobre que el trabajo puede ser un factor de protección para la salud mental, pero también contribuir a su daño potencial si los empleados no cuentan con las herramientas y el conocimiento para lograr un balance, advierten la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud, sobre las nuevas directrices para abordar problemas de salud mental en el entorno laboral.
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Incluso, se estima que cada año se pierden 12, 000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.
Las sobrecargas de trabajo, las jornadas laborales excesivas y los liderazgos negativos, entre otras acciones erróneas, representan un factor de riesgo psicosocial para el colaborador.
Conocemos esta conclusión a la que se llega en el documento correspondiente emitido por la OIT, pero para tomar una decisión sobre cómo transformar y reorientar la estrategia de bienestar en las organizaciones es indispensable conocer cómo se vive el bienestar o la ausencia de éste -en voz- de los propios colaboradores.
Los empleados cada vez están más agotados, 54% de los colaboradores consultados, de una muestra de 4,000 trabajadores distribuidos en ocho países, aseguraron que el agotamiento está generando estragos en su vida, de acuerdo con el Reporte Bienestar 2022: ¿Qué está pasando en el trabajo? Una mirada desde los colaboradores, elaborado por el unicornio social Betterfly.
Y si hablamos de generaciones, en el caso de los centennials y los millennials la cifra aumenta a 70%. Hoy, 50% de los jóvenes y jóvenes adultos sienten sobrecarga de trabajo y además se enfrentan a un entorno laboral en el que consideran que hace falta reconocimiento, lo que a 39% le genera desmotivación y ganas de renunciar.
Además de visibilizar una situación que se ha agudizado y del gasto que representa para las empresas, estas cifras son un llamado para que las organizaciones reconsideren sus estrategia de bienestar, promuevan espacios para escuchar y tomar en cuenta a sus equipos y así impulsar soluciones para mejorar el clima laboral.
Este informe, que pude conocer en exclusiva, muestra cómo vive el agotamiento el empleado en su lugar de trabajo, las emociones negativas que han experimentado, mismas que generan desmotivación y los pueden orillar a renunciar.
Los colaboradores se sienten agotados y con ganas de renunciar. Eso se reconoce en las siguientes emociones experimentadas:
Acceder a este reporte fue una oportunidad para identificar que el tema de bienestar ha adquirido la categoría de ‘urgente’ en las organizaciones.
No hay más: los líderes deben ser conscientes de que no solo es un beneficio para su equipo sino también para el negocio, hay rentabilidad en este tema.
De acuerdo con el estudio de Betterfly, para el 61.8% de los encuestados el significado de bienestar está ligado a poder ser parte de un equipo de trabajo en donde exista buen clima laboral y al hecho de sentirse feliz (60.3%) al momento de desarrollar sus tareas, lo cual aumenta el compromiso con la organización.
A su vez, 8 de cada 10 colaboradores les gustaría que en su lugar de trabajo se mejorara la propuesta de beneficios, ya que 51% expresó que la oferta que recibe actualmente no los motiva, sin embargo, más del 50% de los encuestados considera que hay poco interés por parte de los empleadores para impulsar espacios de bienestar.
Para los empleados, estos son los temas que resultan clave para un entorno de bienestar:
Una de las conclusiones de este informe es que estos rubros son los factores para considerar en un programa de wellness, pero su éxito dependerá de adaptarlos a las necesidades de cada empleado de la organización, es decir, considerar el bienestar multigeneracional.
“Los colaboradores saben lo que necesitan, salud financiera, tanto para millennials (66.3%), como para la generación X (65.2%) es uno de los temas clave. Para 69.1% de la generación Z es el apoyo mental y emocional y para el 60.6% de los baby boomers es el apoyo personal”.
Más del 90% de cada una de las generaciones aseguraron que, si la empresa donde trabajan les ofreciera una experiencia de bienestar alineada con lo que buscan, se sentirían más comprometidos, por lo tanto, como empleador, es vital comprender estos factores y brindar recursos para lograr un ambiente laboral de salud para todos sus empleados.
Estas son algunas recomendaciones para fomentar el bienestar en los espacios de trabajo.
El reto queda en la creatividad de los líderes, porque acciones para impulsar esa sensación de estar bien, hay muchas, y pueden ser apalancadas por la tecnología: desde procurar capacitación continua, mantener comunicación, considerar un plan de incentivos e impulsar medidas saludables, hasta aumentar la flexibilidad con los horarios, promover la confianza, salir de la rutina y generar la participación de los empleados.
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