La tecnología habilita el empoderamiento del nuevo protagonista de las empresas, el CFO, también conocido como director financiero.
En el pasado, cuando las dinámicas económicas y de mercado eran más simples, el líder de finanzas, o CFO, desempeñaba un papel claro de control. Su enfoque principal era el de vigilar los centros de costos, enfocándose en los ahorros, bajo un paradigma de austeridad y buscando principalmente asegurar la confiabilidad en las áreas contable y financiera.
Sin embargo, las condiciones actuales del mercado y la economía han transformado radicalmente el panorama, posibilitando una evolución de este rol.
La globalización, el manejo de grandes volúmenes de datos, las múltiples formas de pago y las constantes exigencias regulatorias han aumentado significativamente el riesgo operacional, las fugas de información e incluso los eventos de fraude.
Esto, sumado al impulso en la aceleración tecnológica de los últimos años, han complejizado aún más el panorama de la gestión empresarial.
En este contexto turbulento, el CFO se convierte en un habilitador del crecimiento sostenible de las organizaciones, es un aliado indispensable del capitán del barco, el CEO, que gracias a su profundo conocimiento del mapa de navegación y la hoja de ruta financiera puede ayudarlo a guiar la embarcación hacia nuevos puertos
Su cargo adquiere tal relevancia que incluso logra ser parte de las conversaciones estratégicas de la empresa, a la par de otros líderes internos como los gerentes de tecnología o producto.
Sin embargo, la velocidad a la que evolucionan las necesidades del CFO no siempre se refleja en el desarrollo de herramientas tecnológicas adecuadas para su área. Especialmente en el manejo del back office. A este conjunto de soluciones, se las denomina CFO tech stack o CFO data stack.
El CFO del presente y del futuro y su equipo requieren un enfoque renovado y herramientas tecnológicas que los empoderen.
Estas soluciones no son un lujo, sino una necesidad para evitar que las empresas naufraguen en un mar de desafíos. De hecho, según una encuesta Global de CFO Digitales de PwC, el 73 por ciento de los CFO coinciden en que la digitalización de la función financiera es una gran prioridad y, de acuerdo con cifras de este mismo estudio, el 18.5 por ciento del tiempo del CFO se dedica a este objetivo.
Es fundamental establecer una nueva conversación entre los gerentes o líderes tecnológicos y los financieros, donde la innovación en productos, servicios y experiencias vaya de la mano con una innovación equivalente en las operaciones y la gestión interna. Esta sinergia debe estar respaldada por una sólida arquitectura tecnológica.
Equipar al CFO con soluciones tecnológicas diseñadas específicamente para las necesidades de los equipos contables, financieros y operativos es crucial.
Estas herramientas, al “hablar el mismo idioma” que el CFO, le proporcionan información y datos más relevantes, permitiéndole realizar análisis más profundos y tomar decisiones más acertadas.
En conjunto, estos dos aspectos esenciales impulsan al líder financiero a un nuevo nivel de empoderamiento, permitiéndole navegar con éxito el panorama financiero actual y contribuir al crecimiento estratégico de la organización.
Para que la gestión de este líder sea exitosa, la tecnología no debe ser un obstáculo más, sino un facilitador. Las soluciones no-code, por ejemplo, se presentan como una herramienta poderosa al permitir que personas sin conocimientos avanzados en programación, como los responsables de las áreas operativas y financieras, adapten por sí mismos la tecnología a sus necesidades.
Esto, sumado a capacidades robustas de análisis de datos, permiten manejar y controlar enormes volúmenes de información de forma eficiente y segura.
Al contar con este respaldo y autonomía, el CFO puede desarrollar todo el potencial de su cargo, garantizando a los accionistas que la compañía avanza y se expande, sin sacrificar elementos fundamentales como el control, la rentabilidad y la salud financiera.
También robustece su gestión interna porque disminuye el riesgo operativo, el fraude y los errores manuales, a través de herramientas potentes de analítica y sistematización de datos, sumado a capacidades de IA que agilizan el análisis y cierre contable, y que comparten e integran esta información con las demás áreas del negocio.
En un entorno donde la inmediatez, las regulaciones y el control son elementos críticos del negocio, el CFO debe ir más allá de las responsabilidades financieras tradicionales y asumir un rol estratégico, colaborando con la alta dirección para impulsar la innovación, la toma de decisiones basada en datos y la gestión efectiva de riesgos. De su capacidad de anticipación depende gran parte de la sostenibilidad y el éxito de las organizaciones a largo plazo.
Juan Pablo Boccardi es senior Director of Payments & Fintech Industry en Simetrik