En un mundo con avances tecnológicos tan vertiginosos se cree que para poder tener trabajo en los próximos años necesitamos aprender programación, inteligencia artificial y otras ciencias aplicadas. Pero para lograr el trabajo de tus sueños será vital desarrollar tus ‘life skills’. ¿En qué consisten? ¿Por qué son tan importantes? Aquí te cuento.
Todos soñamos con tener el trabajo ideal, ese donde nos sintamos plenos, felices, realizados, donde podamos sacar lo mejor de nuestra creatividad y talento, donde seamos valorados y podamos ser parte de un cambio positivo para el mundo.
Un camino inevitable para lograr este trabajo de los sueños es prepararnos, aprender los conocimientos y habilidades necesarias para sobresalir en el mercado laboral.
En un mundo con avances tecnológicos tan vertiginosos lo más común es pensar que necesitamos aprender y desarrollar más hard skill como programación, inteligencia artificial, cloud computing, blockchain, ciberseguridad y análisis e interpretación de datos.
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Por supuesto que son conocimientos muy relevantes para el mundo actual y el del futuro, pero hay habilidades aún más vitales que todos necesitamos desarrollar para tener el trabajo de nuestros sueños, el puesto y salario ideales. Se trata de lo que de forma errónea se conoce como soft skills (habilidades blandas) pero que, en realidad, son life skills.
Incluso una empresa que desarrolla talento de programadores para empresas en todo el mundo, con la cual mi equipo de PAUSAS y yo estamos trabajando, lo ha entendido y se ha puesto manos a la obra.
Cuando comenzamos este programa, uno de los participantes de 25 años no encendía la cámara y no hablaba, hasta que en una sesión (siguiendo las instrucciones) decidió encender la cámara y su voz reveló el conflicto profesional que estaba viviendo:
“Me siento súper frustrado y enojado. Estoy descubriendo que ese enojo me hace quejarme todo el tiempo del lugar donde trabajo y hoy veo que no es el lugar para mí. Soy una persona que ama desarrollar plataformas, crear estadísticas, pero a mis superiores sólo les importa el dinero, y no estoy alineado con mi propósito…Creo que es el momento de escucharme, entender el entorno y moverme a un ecosistema donde pueda colaborar en equipo, ser escuchado y puedan crecer todos”, dijo.
Su caso no es aislado. ¿Sabías que 94% de los profesionales de la selección de personal creen que un empleado con mayores habilidades de vida tiene más posibilidades de ser promovido a un puesto de liderazgo? Así lo destaca un informe de iCIMS Hiring Insights.
La Organización Mundial de la Salud en 1999 define las life skills, habilidades para la vida o competencias psicosociales como “la habilidad de una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”.
Las life skills nos proporcionan la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de inspirarnos y de autorregular nuestras emociones y nuestras relaciones.
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Los estudios neurológicos y fisiológicos de la Ciencia de la Felicidad han descubierto que la capacidad de desempeño y éxito de una persona viene dada por una combinación de: coeficiente intelectual (CI), inteligencia emocional (IE) y la habilidad de relacionamiento o inteligencia social (IS).
“Necesitas capacidades vitales como la autoconciencia, la toma de perspectiva, un sentido de presencia, por lo que eres la persona en la mesa en la que todos confiarán”, dice Daniel Goleman, psicólogo y escritor, autor del libro Inteligencia emocional.
Cuando no hemos desarrollado estas habilidades no sabemos cómo navegar las crisis y desaprovechamos los grandes aprendizajes que nos dejan.
Nuestra amígdala se coloca en estado de “supervivencia” y vivimos a través de la evasión, la discusión y la lucha de poder. Nos paralizamos, perdemos movilidad y cedemos nuestro poder interno.
Nuestra biología disminuye la producción de serotonina, dopamina y el cortisol aumenta porque estamos estresados y la leptina se dispara. Esto desencadena padecimientos y enfermedades.
Viene la respuesta desde la amígdala que conocemos como “pilotos automáticos”, discutes con todos y quieres tener la razón, te percibes evasivo e inclusive paralizada…esa es la respuesta neurológica y química.
Por eso es vital trabajar en nuestro bienestar integral para cuidar estos neurotransmisores. Al fin de cuentas somos lo que sentimos, creemos, pensamos y actuamos.
Que un perfil egresado de las universidades o profesionistas con larga experiencia no sean suficientes para enfrentar los retos que presenta el mundo actual para las diferentes corporaciones no es novedad. Lo que sí lo es es que para enfrentar este mundo adverso e incierto lo que se requiere es desarrollar las habilidades primarias que todos tenemos como seres humanos.
La teoría y la sistematización no bastan para crecer en un entorno colaborativo. Las life skills nos invitan a poner en práctica y desarrollar nuestra parte humana, saber regularnos a través de la inteligencia emocional y diferentes prácticas que hoy te compartiré.
Las principales habilidades para la vida o soft skills son:
Cualquier líder y cualquier equipo de cualquier empresa enfrentan todos los días diversos y complejos retos. Para hacerles frente cualquier organización requiere personas con alta Inteligencia emocional. Por eso te comparto 5 prácticas para que tú y tu equipo puedan desarrollar sus life skills:
Es momento de poner foco a lo que realmente importa, pues al trabajar tus habiliades para la vida no sólo lograrás el trabajo de tus sueños, sino que tendrás una vida plena y podrás contribuir de forma activa a un mundo mejor.
Como dice David Kofi Awusi, investigador de la Universidad de Ghana, “cada día de tu vida es una lección más. Si aprendes bien la lección y la aplicas, tú determinas lo que sucederá en tu mañana”.
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