Perseguir el perfeccionismo puede sabotearte. La Regla del 70% propone avanzar con lo “suficientemente bueno” y transformar el 7 en el nuevo 10.
El perfeccionismo es una trampa en la que muchos caemos sin darnos cuenta. Creemos que para que algo sea realmente valioso debe ser impecable, sin margen de error ni posibilidad de mejora. Pero la realidad es que perseguir el 100 por ciento todo el tiempo no solo es agotador, sino también ineficiente.
En este contexto, entra en juego la Regla del 70 por ciento, una perspectiva que propone que, en muchos casos, “suficientemente bueno” es mejor que perfecto.
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Intentar alcanzar el 100 por ciento constantemente implica un enorme gasto de tiempo, energía y recursos. Puede sonar admirable, pero en la práctica, muchas veces el esfuerzo adicional no se traduce en una mejora significativa.
Piénsalo de esta manera:
Este principio se ve reflejado en muchas áreas de la vida. En el desarrollo de productos, en la toma de decisiones y hasta en la vida personal, perseguir la perfección puede generar estrés, ansiedad, retrasos innecesarios e incluso frenar el progreso.
La Regla del 70 por ciento nos recuerda que la mayor parte del valor de un trabajo se obtiene antes de llegar a la perfección absoluta. En muchos casos, un 7 sobre 10 es más que suficiente para que algo funcione bien y cumpla su propósito.
Ejemplos de la Regla del 70 por ciento en acción
Si el perfeccionismo te frena, aquí hay algunas formas de integrar esta mentalidad en tu día a día:
Cabe destacar que, adoptar esta mentalidad requiere algo más que pragmatismo. Necesita humildad. Debes estar dispuesto a recibir retroalimentación, aceptar cuestionamientos e incluso convivir con los haters.
Porque cuando decides compartir algo que todavía no es perfecto, inevitablemente habrá quien critique. Y está bien. Cada comentario, cada punto de vista, te permite mejorar.
La Regla del 70 por ciento no significa conformarse con la mediocridad, sino ser más estratégico con el esfuerzo. En un mundo donde el tiempo y la energía son recursos limitados, es mejor avanzar con algo suficientemente bueno que quedarse atascado en la búsqueda de lo inalcanzable.
Así que la próxima vez que sientas la presión de alcanzar el 10 perfecto, recuerda: un 7 es suficiente para moverte hacia adelante.
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