México avanza firmemente hacia una conectividad universal para toda la población. Factores como el nearshoring, el desarrollo de nuevas tecnologías como 5G, Inteligencia Artificial y smart cities y la creciente demanda de digitalización, han acelerado este camino con el objetivo de cumplir con estándares internacionales.
Anteriormente abordé el tema de las nuevas tecnologías, que están innovando y transformando diversos sectores económicos y el estilo de vida a nivel global. En este espacio, quisiera profundizar sobre la conectividad y los avances que se están desarrollando en nuestro país.
Como ya había mencionado, nos encontramos en la era de la digitalización y la conectividad, fenómenos que están evolucionando todos los aspectos, desde las actividades diarias hasta a los procesos empresariales e industriales.
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A pesar de que desde nuestra perspectiva podría parecer que todos a nuestro alrededor ya están conectados o tienen acceso a Internet, la realidad es diferente.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del Inegi revela que, al cierre de 2022, 93.1 millones de personas, mayores de 6 años ya estaban conectadas a Internet, lo que equivale al 78.6 por ciento de la población en México.
Sin embargo, aún falta brindar conectividad a más de 25 millones de mexicanos.
Este mismo estudio destaca que, en las regiones rurales del país, solo el 60 por ciento de la población tiene acceso a Internet, un 20 por ciento menos que en las zonas urbanas.
Por ejemplo, estados más urbanizados e industrializados como Baja California, Nuevo León o la Ciudad de México tienen una penetración de conectividad casi del 90 por ciento mientras que en estados del sur como Oaxaca y Chiapas apenas el 50 por ciento de sus habitantes tienen acceso a Internet.
En cuanto al acceso a servicios digitales en el hogar, solo el 68.5 por ciento de las residencias en el país cuentan con alguno.
Si nos enfocamos en la conexión móvil, que es la que predomina en el país, a finales de 2022 las líneas móviles de Internet llegaron a 119.9 millones. Además, alrededor de 93.8 millones de mexicanos ya cuentan con un dispositivo telefónico, colocando a la conectividad móvil como clave para impulsar la digitalización en el país.
¿Cuáles son los desafíos para aumentar el acceso a la conectividad y reducir la brecha digital? En el ámbito demográfico, se enfrenta la escasa oferta de servicios en las diferentes zonas del país, los altos costos de los servicios –en México, el precio de los servicios de Internet está por encima del recomendado por la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas-, la falta de herramientas digitales como teléfonos y computadores, y la falta de habilidades tecnológicas por parte de las personas.
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En cuanto al sector, las barreras para reducir la brecha de conectividad son la falta de infraestructura de telecomunicaciones, principalmente de fibra óptica, en zonas rurales y remotas; los costos del espectro radioeléctrico; la inseguridad en el despliegue de infraestructura; y la falta de políticas y regulaciones que faciliten a los operadores la instalación de redes.
A pesar de estos retos, el país sigue avanzando. Comparado con 2021, el acceso a Internet ha crecido un 4.5 por ciento; y la penetración de banda ancha fija ha incremento un 3.2 por ciento, según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
México avanza firmemente hacia una conectividad universal para toda la población. Factores como el nearshoring, el desarrollo de nuevas tecnologías como 5G, Inteligencia Artificial y smart cities y la creciente demanda de digitalización, han acelerado este camino con el objetivo de cumplir con estándares internacionales.