Para lograr una verdadera cultura de inclusión en el trabajo se deben llevar a cabo distintas labores con el fin de eliminar sesgos y empoderar al equipo.
Captar nuevas ideas, eliminar sesgos y empoderar a los colaboradores están alineadas a la inclusión en el lugar de trabajo.
El objetivo es inspirar a todo el equipo y unirlos desde el principio de cualquier proyecto. No se limita a lluvia de ideas periódica, también es intercambiar visiones y aportar experiencias. Es abrir nuestras posibilidades a nuevos puntos de vista y perspectivas.
Involucrar activamente a los miembros de un equipo de trabajo en cada uno de los proyectos que se desarrollan permite estimular la participación, comprender más profundamente sus necesidades y preocupaciones, pero también a tomar decisiones más informadas.
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Es lo que impide tener un enfoque estrecho en el problema. Considerar perspectivas del equipo de trabajo y el de las partes interesadas y las facciones, ayuda a impulsar una discusión colaborativa donde las ideas se construyen naturalmente unas sobre otras. Esto ayuda a los equipos a comprender prioridades y riesgos.
Tratar a cada departamento como una parte interesada clave producirá seguridad psicológica a través de comentarios constructivos que reconfiguran la visión del trabajo cotidiano y desinhiben condutas propositivas y proactivas para el bien de la misión.
Cuando se autoriza a múltiples pares de ojos para “ver” se producen resultados asombrosos porque cada uno posee “puntos ciegos” y la colaboración aumenta la visibilidad y se remonta a nuevas perspectivas.
Adopta el impacto compartido y supera la fachada de la inclusión
Todos somos parciales y tales sesgos pueden tener consecuencias no deseadas. Entonces, al buscar colaboración y retroalimentación más amplia, reduce el riesgo y cierra las brechas del pensamiento debido al sesgo.
Muchas veces se toman decisiones con muy poca perspectiva de las operaciones diarias. La retroalimentación y la colaboración del equipo en general ayudan a garantizar una decisión mejor informada.
Es tomar el consejo de rodearse de personas que sean buenas en lo que eres malo y que amen hacer las cosas que no te gusta hacer.
Un líder es tan fuerte como las personas que siguen su visión. Si un equipo no lo entiende o no cree en él, no contribuirá a todo su potencial. Explicar el “por qué” y tener en cuenta los comentarios y la colaboración del equipo garantiza aceptación y también los empodera.
Cultura e inclusión: claves de un entorno laboral de aprendizaje
La mejor retroalimentación y colaboración provienen del opuesto. Tomar mejores decisiones comerciales y crear estrategias únicas aparece al salir de la “cámara de eco” de la planificación comercial y priorizar la lluvia de ideas con personas diferentes.
Escuchar a los otros permite un punto entre hacer las cosas y lograr trabajar con otros. No es imposición es convencimiento de las partes interesadas.
Asumir que cada miembro del equipo es un activo valioso puede proporcionar información sobre el trabajo de otro y crear un ciclo de retroalimentación para reflexionar antes de actuar y conducir a mejores resultados.
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Esto permite ver las situaciones desde nuevos ángulos y perspectivas. Esto influye en una decisión más trascendental y significativa.
Cuando se fomenta la comunicación abierta aparecen informaciones valiosas y perspectivas que ayudan a tomar decisiones mejor informadas. Al fomentar una cultura transparente de retroalimentación permite un crecimiento constante.
La colaboración y la retroalimentación del equipo aprovechan la inteligencia colectiva, mejora las decisiones e identificación de puntos ciegos.