El personal médico especializado en salud ocupacional puede ser una pieza clave en la prevención de contagios de coronavirus en los centros de trabajo, sin embargo, en México no hay muchos profesionales en la materia.
La pandemia de Covid-19 subraya la necesidad de que las empresas cuenten con consultorios o enfermerías dentro de sus instalaciones, señala en entrevista Hosanna Rodríguez Morales, presidenta de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo (Fenastac).
Sin embargo, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) son pocas las organizaciones que cuentan con servicio médico. “La salud en el trabajo no es una especialidad muy conocida ni ejercida”, comenta la especialista.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con personal de medicina del trabajo, pero se dedica, principalmente, a calificar los riesgos y otorgar incapacidades o incluso pensiones, en casos más graves, explica.
También atienden las enfermedades causadas por actividades laborales. “Nosotros, quienes estamos dentro de las empresas, lo que hacemos es prevención”, expone.
La Fenastac es una asociación sin fines de lucro, agrupa a 23 sociedades y colegios relacionados con la salud en el trabajo en todo el país. Fue fundada hace más de 30 años.
Más de 1,000 personas están afiliadas a este organismo, pero no todas son especialistas en medicina. Algunas lo son en enfermería, ingeniería e incluso en ergonomía, señala. “La salud en el trabajo comprende diferentes enfoques, sobre todo si hablamos de prevención”.
Los cuatro sectores en los que más se reportan enfermedades laborales y accidentes de trabajo también son cuatro de las actividades consideradas esenciales en esta emergencia sanitaria. De acuerdo con información del IMSS estos son:
“La pandemia remarcó la urgencia de nuestro trabajo”, comenta la presidenta de Fenastac. Antes de su llegada, la creación de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) 035, para identificar y prevenir factores de riesgo psicosociales que afecten la salud del trabajador, y la 036, sobre ergonomía para evitar accidentes en labores de carga, “trajo un boom de la especialidad”.
Pero una vez que la Covid-19 se instaló en el país, la importancia del servicio médico en el trabajo se hizo latente. En esta fase de retorno laboral, luego de varios meses de confinamiento, es muy necesario contar con uno, dice.
Pero, además, “esta enfermedad está trayendo riesgos psicosociales, no sólo físicos”, apunta.
De acuerdo con Hosanna Rodríguez, la STPS y la Fenastac impulsaban una nueva norma para regular los consultorios y enfermerías dentro de las empresas. Sin embargo, el nuevo coronavirus frenó el avance.
“Teníamos programada una reunión con funcionarios de la STPS. Ellos verían los aspectos legales y la Fenastac se encargaría de lo concerniente a la formación del personal de salud”. Los médicos encargados en la salud ocupacional “deben estar capacitados en la salud en el trabajo. Estamos presionando para que esto se fortalezca”.
En tanto no se retomen los trabajos para la presentación de la NOM de medicina preventiva en el trabajo, la Fenastac recomienda que el personal de salud en las empresas apoye a las áreas de Recursos Humanos a identificar correctamente a la población más vulnerable ante la Covid-19.
Es decir, quienes tienen enfermedades crónico-degenerativas, como la hipertensión o la diabetes. Una vez ubicados, permitirles regresar a sus laborales presenciales en la última fase del semáforo de alerta sanitaria por la Covid-19 y con un monitoreo constante.
Es necesario también “que salgan del consultorio. Será difícil para aquéllos que están acostumbrados a esperar siempre desde su consultorio”, considera Hosanna Rodríguez Morales.
No basta con una plática de capacitación. “Tienen que supervisar y decirles a los trabajadores ‘ponte el cubrebocas, ponte la careta, lávate las manos’”, y vigilar el cumplimiento de otras medidas de prevención que, de acuerdo con cada empresa, se deben implementar.
“Ahora tendrán que salir a la planta, a los pasillos, los cubículos. No podemos prevenir un riesgo que no conocemos. Por más que tengamos diagramas de procesos de flujo, no hay como que vayas y te des una vuelta”, concluye.