El término “capital humano” hace referencia a todas las habilidades y conocimientos que tienen los colaboradores y se dividen en tres tipos.
El término capital humano no solo hace referencia al número total de colaboradores que forman parte de una organización. Incluso, se refiere a sus conocimientos.
Hace referencia a la productividad que tienen los trabajadores, dependiendo de sus habilidades en la industria en la que se desenvuelven. También es una forma de medir y evaluar el valor que los individuos aportan a una organización, empresa o sociedad en general.
El concepto de capital humano se hizo famoso durante la década de los 70 de la mano de dos economistas de origen estadounidenses Gary Becker y Jacob Mincer. Lo abordaron en su libro Human capital: a theoretical and empirical analysis.
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La definición de capital humano se basa en las habilidades que tienen los trabajadores.
Hoy en día es difícil cuantificar todas skills que puede tener un colaborador, pero existen distintas variables en las que se puede medir este valor.
Según el blog de Factorial, una empresa que genera software para gestionar a los equipos de trabajadores, hay tres tipos principales que se dividen en subtipos.
Esta primera clase de capital humano se refiere a todos los conocimientos que un colaborador ha conseguido a lo largo de su vida. Los tipos de aprendizaje son:
Este tipo de capital permite que un colaborador desarrolle una relación basada en la colaboración con sus colegas. Tiene las siguientes clasificaciones:
Este último grupo hace referencia a los valores, sentimientos y creencias que tienen los trabajadores . Hay varios ejemplos de este capital, algunos de ellos son los siguientes:
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El concepto de capital humano se emplea en las organizaciones de diversas maneras para gestionar y desarrollar a su personal. Estas son algunas de las formas más comunes en las que se utiliza este concepto en el ámbito empresarial.
Las organizaciones buscan reclutar y contratar a personas con las habilidades, conocimientos y experiencia necesarios para desempeñar roles específicos.
Las empresas invierten en la formación y el desarrollo de sus colaboradores para mejorar sus habilidades y conocimientos. Esto puede incluir programas de capacitación, cursos de desarrollo profesional y oportunidades de aprendizaje continuo.
El capital humano se evalúa y se gestiona en función del desempeño en el trabajo. Se realizan revisiones periódicas de desempeño para identificar fortalezas y áreas de mejora, y se brindan retroalimentación y oportunidades de crecimiento.
Las organizaciones implementan estrategias para retener al personal que resuelve con mayor facilidad las distintas actividades que desarrollan. Esto puede incluir incentivos financieros, beneficios laborales y un entorno de trabajo que fomente la satisfacción y el compromiso.