Los colaboradores pueden incrementar su productividad poniendo en marcha el Método Cornell que originalmente se creó para que los estudiantes tomen notas de forma eficaz.
El método Cornell se utiliza como una herramienta efectiva para mejorar la comprensión, retención y organización de la información. Además, facilita la revisión y el estudio posterior al estructurar los datos de manera clara y concisa.
Esta técnica de toma de notas fue desarrollada por Walter Pauk en la década de 1940 en la Universidad Cornell. Es una estrategia popular entre los estudiantes para organizar y revisar la información en forma de apuntes.
De acuerdo con investigaciones del alma máter del académico, tomar notas a mano es más eficaz que escribir en una computadora portátil. Por esto, es importante que los estudiantes no olviden sus libretas y bolígrafos o los guarden en el armario.
“Ya sea que estés aprendiendo en línea o en persona, el acto físico de escribir puede ayudarte a recordar mejor que simplemente escuchar o leer”.
El método Cornell, al ser sencillo, resulta muy eficaz para que las personas retengan información de forma más sencilla. Su estructura está compuesta por tres secciones principales:
El método Cornell es una técnica de estudio para tomar apuntes en clase de manera que facilite la adquisición de datos para rendir un examen. ✍️🗒📏 https://t.co/v6NFYrF9a4 pic.twitter.com/ymzpcae2Ex
— ObservatorioLaboral (@Observa_Laboral) May 24, 2019
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El método Cornell fomenta una estructura clara y organizada para tomar notas. Al ser organizados, los colaboradores pueden acceder fácilmente a la información relevante cuando la necesiten, lo que ahorra tiempo y reduce la búsqueda de información dispersa.
Además, cuando escriben preguntas clave y resúmenes, los empleados también se comprometen activamente con el contenido. Esto fomenta una comprensión más profunda de la información y mejora la retención a largo plazo.
De acuerdo con Audrey van der Meer, investigadora del cerebro de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, escribir a mano puede aumentar la conectividad cerebral más que escribir en un teclado.
“Demostramos que cuando se escribe a mano, los patrones de conectividad cerebral son mucho más elaborados que cuando se escribe a máquina en un teclado”.
La conectividad cerebral es pieza clave para la retención de información y para codificar nuevos datos, por lo tanto, es beneficiosa para el aprendizaje.
Por último, el método Cornell proporciona un formato claro que facilita la revisión y el repaso de la información. Al tener preguntas clave y resúmenes destacados, los colaboradores pueden repasar rápidamente los conceptos principales sin tener que revisar todas las notas nuevamente. Esto ahorra tiempo y hace que el proceso de revisión sea más eficiente.