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Daños psicosociales y biomecánicos, los principales riesgos del home office

Las condiciones en las que muchas personas teletrabajan les pueden desencadenar ansiedad o problemas físicos. advierte el BID. Esto provocará ausentismo y presentismo, aún a distancia, señala el consultor Jorge Mérida.

MIT SMR México 10 Feb 2021

Los principales riesgos laborales en el teletrabajo son los psicosociales y los biomecánicos, de acuerdo con Verónica Alaimo y Ana María Cubillos, investigadoras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ambos, en un momento de pandemia, como el actual, se potencian, advierte Jorge Mérida, consultor en temas de bienestar en el empleo.

El exdirector de Bienestar Emocional en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) señala que una buena parte de la población está pasando ya por un trastorno de estrés postraumático a causa de la pandemia. Los problemas de salud y económicos por esta crisis sanitaria se manifiestan de diversas maneras y deben ser gestionados por las empresas, personas trabajadoras y gobiernos, apunta en entrevista.

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“Si ‘el teletrabajo llegó para quedarse’, habrá que hacerlo más seguro para todos los actores involucrados”, apuntan Alaimo y Cubillos en la publicación ¿Cómo atender los riesgos laborales en el teletrabajo? En su estudio, en el que también participó el politólogo Jaime Solórzano, subrayan que las personas en home office laboran “más horas que cuando iban a una oficina”.

Por lo tanto, permanecen más tiempo sentadas, lo que da lugar al riesgo biomecánico. Además, esa manera de trabajar, pero, principalmente, la pandemia, mantiene a las personas en aislamiento social, lo que repercute en su salud mental, explican.

Jorge Mérida, socio creativo de la consultora ADN Wellbeing, va más allá y recuerda que en la crisis económica de 2009 las autoridades sanitarias reportaron un incremento en los suicidios. Principalmente entre hombres de 45 a 65 años, cuando “habitualmente son los jóvenes quienes tienen las tasas más altas”.

Cargas de trabajo y ansiedad

Un estudio del Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos, dicen las investigadoras del BID, señala que el aislamiento social y la eliminación de barreras entre el tiempo de trabajo y el personal determinan el riesgo psicosocial. Las cargas de trabajo o el aumento en las responsabilidades son otro riesgo, pues a muchas personas esto les está generando “un mayor grado de ansiedad”.

El 12 de enero entró en vigor la regulación del teletrabajo para el sector privado en México. El artículo segundo transitorio de la reforma a la Ley Federal del Trabajo obliga a la STPS a emitir una norma oficial que considere los factores ergonómicos, psicosociales y otros riesgos del teletrabajo. Deberá estar lista a más tardar en julio de 2021. También obliga a las empresas a respetar el derecho de desconexión digital de su personal.

Según la última Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México (ENEP), antes de la pandemia alrededor de 10% de la población tenía un problema de salud mental. Y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta cifra llega a 20% entre las personas trabajadoras.

En México “sólo una de cinco personas recibirá atención dentro de los primeros 20 años en los que inició con ese problema. El desconocimiento y el estigma que hay alrededor de los problemas de salud mental” evitan que muchos reciban ayuda. También el acceso a los servicios de salud: en este país hay sólo 3.6 psiquiatras por cada 100,000 habitantes. Mientras en Estados Unidos o Argentina hay 13.

Pero el sistema nacional de salud “no sólo está conformado por las organizaciones públicas”, sino por personas físicas o morales dedicadas a ese sector, algunas de ellas dentro de las empresas, dice Jorge Mérida.

“En algunos centros de trabajo hay profesionales que pueden referir los casos a otras instancias o pueden prevenir”. Y si no hay, es un buen momento para invertir en la creación de ese puesto, subraya.

Esas personas especialistas “necesitarán actualizarse a las nuevas circunstancias. La sana distancia o el teletrabajo no pueden ser una barrera, para ello existen las plataformas electrónicas”.

Ausentismo y presentismo, riesgos laborales

Los riegos biomecánicos “están determinados por factores tales como exceso de fuerza, posturas inadecuadas o movimientos repetitivos”, señala el reporte del BID. Algunas de las partes del cuerpo que se pueden afectar son el cuello, las manos o la espalda.

Es perjudicial mantenerse en una silla por más de ocho horas ya sea en la oficina o en la casa. Pero lo que cambia es el tipo de silla. En condiciones ideales, una oficina está diseñada para reducir los riesgos al uso continuo de la silla, pero también del teclado o el ratón. “Además, se tienen en cuenta normativas técnicas en ámbitos como construcción e iluminación”.

La reforma del teletrabajo aprobada en diciembre obliga a las empresas a proveer de sillas ergonómicas a su personal en teletrabajo. Lo mismo plantea una iniciativa para regular el home office en el sector público.

Jorge Mérida aconseja resolver tanto los riesgos psicosociales como los biomecánicos. De no hacerlo, a pesar de que las personas  laboren desde su casa, caerán en ausentismo. Previo a la pandemia, al menos una tercera parte de los días no laborados se debía a problemas de salud mental, señala.

Pero quizá el presentismo sea lo que más afecta a las empresas. Es decir, ese fenómeno de presentarse a laborar, pero no dar lo mejor de sí. Este problema perjudica “hasta cinco veces más que el ausentismo”, dice Jorge Mérida. Otra razón más para atender los riesgos psicosociales y ergonómicos, apunta.