Bajo las condiciones en las que se está realizando el home office, algunos trabajadores podrían experimentar fuertes niveles de estrés o ansiedad, advierten especialistas.
El coronavirus (Covid-19) tiene a una buena parte de la fuerza laboral teletrabajando, incluso el gobierno federal pidió al sector privado aplicar esta modalidad de trabajo para las personas que se encuentran en algún grupo de riesgo o si no cumplen tareas esenciales.
En esta ocasión, el home office no fue una opción para algunos trabajadores, sino una obligación. Esta vez no eligieron trabajar vía remota, les fue impuesta la modalidad y esa situación, más el encierro voluntario y la situación sanitaria del país frente al Covid-19 pueden ocasionar daños en la salud mental de los trabajadores como estrés o ansiedad.
La psicóloga Priscila González Mar asegura que el home office impuesto, combinado con la cuarentena pueden generar más estrés de lo normal. “No podemos socializar, no podemos llevar acabo nuestra vida, no podemos salir. De entrada, genera un estrés constante porque todos los días son iguales. Vamos a sentirnos en ocasiones estresados, con demasiada angustia por no saber cuándo va a terminar”, explica.
La especialista comenta que entrar en rutinas obligatorias genera estrés. La dinámica que tienen algunas personas en estos momentos para trabajar y quedarse en casa es agobiante porque implica lidiar con preguntas como ¿Qué va a pasar mañana? ¿Cuándo voy a regresar a la oficina? Porque el trabajo no se facilita desde una computadora, requiere la socialización.
El tiempo de adaptación varía, dependiendo de la persona, pero desarrollando hábitos un trabajador puede tardar hasta un mes en adaptarse a la nueva dinámica impuesta, acota la psicóloga.
Ariel Almazán, director de Consultoría de Salud de Mercer Marsh Beneficios, considera que el cuidado de la salud mental de los trabajadores es algo paralelo a las medidas de mitigación que se están tomando en los centros de trabajo para prevenir el contagio.
“Campañas de sensibilización, talleres —aprovechando toda la tecnología—, tratar de establecer estrategias de resiliencia organizacional para que la gente pueda aprender a llevar estos temas y, sobre todo, a controlar la ansiedad y el estrés que de esto deriva”, dice Ariel Almazán.
Por su parte, Marco Antonio Wang Tsu Liu, cofundador y director de Experiencia al Cliente de Happinss, opina que las empresas deben concientizarse en que la imposición del home office podría ocasionar un daño en la salud mental de los colaboradores.
“Hay muchas maneras creativas de encontrar soluciones”, dice el especialista. Una de ellas es el uso de herramientas tecnológicas, incluso hay software gratuito en estos momentos, pero también se puede gestionar la salud mental sin usar herramientas tecnológicas e invertir en esto.
El director de Experiencia al Cliente de Happinss, recomienda a las empresas promover ejercicios de estiramiento y respiración. Además, la meditación también es una alternativa que ayuda “al tema del flujo sanguíneo, de la tensión, del enfoque, de la memoria y más allá de eso, ayuda también al sistema inmunológico”.
Ariel Almazán afirma que, a pesar de las condiciones adversas y el trabajo remoto, la empresa no pierde la responsabilidad de cuidar la salud mental de los trabajadores y buscar alternativas de promoción de la salud y de hábitos de vida saludables haciendo uso de los canales de comunicación con los que cuenta la organización.
Mientras que Wang Tsu Liu asegura que los modelos tradicionales no ayudan en la salud mental de los trabajadores; por ejemplo, pedirles a los empleados que trabajen más horas por el tiempo que se ahorran en los traslados, no permitirles descansos y ser muy rigurosos en las horas de conexión.
Para el director de Consultoría de Salud de Mercer Marsh Beneficios en estos momentos es necesario que los patrones tengan más comunicación con sus trabajadores, para lo cual no se requiere hacer una gran inversión en sistemas.
“El hecho de mantener a la gente informada, establecer un canal de comunicación que sea veraz, donde la gente sea informada de las condiciones que imperan tanto en la compañía como en el medio externo en cuanto al comportamiento de la emergencia que estamos viviendo. Entrenar en todo momento y capacitar a la gente tanto en esta parte de prevención enfocada a la contención y mitigación de la pandemia, como también al mantenimiento de conductas saludables”, destaca Almazán.
Priscila González Mar, por su parte, recomienda que hacer videollamadas o videoconferencias, frecuentes, pero no diarias, puede ayudar a las empresas a saber cómo se sienten sus colaboradores y qué necesitan.
“Siempre va a haber alguien que va a empezar a tirar la toalla porque ya no aguanta el encierro y está aburrido. Dedicarle un espacio especial y charlar, de la mejor manera, con frases como: todos estamos pasando por lo mismo, todos tenemos que ser empáticos y yo entiendo perfectamente el encierro, date un espacio ahorita, ve una película, si quieres ahorita no trabajes, ponte a hacer algo que te guste. Parte de la chamba de los que son jefes, es estar muy al pendiente de cómo se están sintiendo sus empleados, porque al final de cuentas, se vive como un duelo, pierdes una libertad”, dice la psicóloga.
En estos momentos, la resiliencia es una palabra clave y algo que se debe poner en práctica. La resistencia al cambio no ayuda a disminuir el impacto en la salud mental de los propios trabajadores, expone González Mar.
“Creo que todos tenemos que tener esa capacidad de poder adaptarnos, pero de lo malo encuentra lo bueno como hacer una rutina y cosas que te gustan y que no tenías tiempo de hacer cuando estabas en la oficina y hallarle siempre el lado positivo para que no sea tan conflictivo estar encerrado en casa” puntualiza la especialista.
En ese sentido, la psicóloga sugiere a los trabajadores crear hábitos dentro de la rutina impuesta (trabajar y no salir de casa) para adaptarse con más facilidad. Se trata de evitar que los días se vuelvan iguales.
“Si nosotros empezamos a hacer actividades diarias, no como relojito cada hora, pero que sí sean cada tercer día o diario hacer ejercicio, eso facilita muchísimo más el período de adaptación”, enfatiza González Mar.
Marco Antonio Wang Tsu Liu recomienda a los trabajadores meditar y hacer ejercicio, tomarse espacios entre las actividades para despejar la mente es importante.
Por otra parte, Arial Almazán aconseja a los empleados planificar los días, considerandos algunas de las siguientes alternativas:
Los especialistas coinciden en que los trabajadores también pueden apoyar en esta tarea del cuidado de la salud mental. El primer paso es no resistirse al cambio y, posteriormente, adoptar hábitos que permitan superar un home office impuesto y sin poder salir de casa.