No está mal expresar las emociones en el trabajo y hacerlo de forma saludable es fundamental para los colaboradores, sin embargo, algunos lo evitan por miedo a represalias.
En diversas ocasiones los colaboradores prefieren no manifestar sus emociones debido al miedo de perder el empleo, tener una sanción, perder sus bonos o ser juzgados por sus compañeros o líderes.
Es importante que la fuerza laboral sepa expresar sus emociones, esto con el fin de fomentar en las organizaciones un buen ambiente laboral a través de la construcción de relaciones cordiales entre compañeros y líderes.
Salud mental en las organizaciones: cómo promoverla con éxito
Pero cuando un colaborador no expresa correctamente lo que siente, puede presentar episodios de irritabilidad, estrés, insomnio prolongado, depresión y ansiedad; por eso es de suma importancia identificar las “red flags” de alerta para saber en qué momento es necesario expresar lo que se siente.
Según OCCMundial el 60% de los colaboradores en México sufre de estrés. Experimentar presión en el trabajo es común, la mayor parte de las ocupaciones contienen elementos estresantes, sin embargo, este malestar no debe presentarse de manera constante.
Cuando un colaborador se estresa diariamente ante cualquier situación dentro y fuera del trabajo, es necesario que exprese sus emociones, de no hacerlo se puede originar un trastorno de ansiedad o depresión.
Cuando un trabajador que solía ser eficiente tiene una baja en su rendimiento, es una señal de alerta para sus líderes, ya que puede ser que algo le ocurra y no mencione sus preocupaciones.
Este tipo de problemas pueden ser causados por sentimientos como el miedo o la ansiedad, aunque también podría ser un síntoma de burnout o falta de motivación.
Asistir al trabajo puede ser en ocasiones una actividad pesada para cualquier colaborador, sin embargo, cuando una persona deja de disfrutar su profesión, es una señal inequívoca de que algo le está perturbando.
Cuando la sensación de felicidad se convierte en miedo o tristeza al momento de cumplir con los pendientes laborales, es importante que el colaborador alerte a sus líderes o al equipo de recursos humanos para que le brinden ayuda.
Cuando un colaborador se vuelve poco tolerante e irritable con sus compañeros e incluso con su familia, debe de empezar a valorar las diferentes razones por las que reacciona de esa manera.
La irritabilidad puede provenir de aquellas emociones que el trabajador guarda, por lo tanto, es recomendable tratar esa problemática antes de que tenga repercusiones importantes en la carrera del individuo.