¿Sabías que los colaboradores pueden sufrir de distintos síndromes? Reconoce cinco trastornos de los que se deben cuidar.
En el mundo laboral, los colaboradores enfrentan una variedad de desafíos y presiones que pueden afectar su bienestar psicológico. Entre los síndromes más conocidos está el síndrome del impostor, caracterizado por la sensación de incompetencia y el miedo a ser descubierto como un fraude.
Sin embargo, este no es el único trastorno que pueden experimentar los colaboradores, existen otros más de los cuales se tienen que cuidar.
De acuerdo con la Organización Mental de la Salud (OMS), En el trabajo, los riesgos para la salud mental, también llamados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con los siguientes elementos:
“Aunque los riesgos psicosociales pueden encontrarse en todos los sectores, algunos trabajadores tienen más probabilidades de estar expuestos a ellos que otros”, según el organismo.
Los trabajadores de la salud, humanitarios o de emergencias a menudo tienen trabajos que conllevan un riesgo elevado de exposición a eventos adversos. Estos, pueden afectar negativamente la salud mental.
Sin embargo, los colaboradores de todas las industrias deben cuidar su salud mental y tener en mente los siguientes síndromes para no experimentar alguno de ellos.
Según la mitología griega, el dios Zeus quedó tan prendado de la belleza de un joven troyano llamado Ganimedes que lo raptó para retenerlo a su lado en el Olimpo. Allí le concedió el don de la inmortalidad y lo nombró copero oficial de los dioses, actividad a la que se limitó durante el resto de su vida.
La historia sirve para dar nombre a otro de los síndromes laborales más comunes y menos populares, el síndrome de Ganimedes.
Se produce cuando una persona realiza una y otra vez la misma tarea sin posibilidad de evolucionar y cambiar de trabajo. Este trastorno encuentra su caldo de cultivo en las organizaciones que no permiten a sus empleados crecer y desarrollar todo su potencial porque los encasillan en una única tarea
El síndrome de Estocolmo se utiliza para describir una experiencia psicológica paradójica en la que se desarrolla un vínculo afectivo entre los rehenes y sus captores. El rehén simpatiza con el comportamiento de los secuestradores y siente empatía por ellos, ya sea durante el secuestro o después de su liberación.
En este sentido, el síndrome de Estocolmo en el trabajo puede estar relacionado con una serie de actitudes en personas que sufren algún tipo de abuso. Sin embargo, estas no quieren dejar su puesto de trabajo .
Hay trabajadores que guardan silencio ante actitudes violentas, agresivas o explotadoras en el lugar de trabajo. Incluso, defienden el comportamiento amenazador y dañino de sus compañeros.
Puede haber varias razones para ello. El miedo a perder el trabajo es un factor importante. También lo es el miedo a ser ignorado o pasado por alto para promociones, bonificaciones u otros beneficios.
El síndrome del trabajador burbuja hace referencia a la dificultad que tienen los empleados para desconectar de sus obligaciones laborales. No importa si es fuera del horario laboral, los fines de semana o incluso en sus vacaciones.
No pueden evitar estar conectados a sus dispositivos digitales para consultar su correo, leer un informe o ponerse al día con algo relacionado con su trabajo. También se da en personas que no pueden desconectar mentalmente de su profesión y están constantemente pensando en nuevas ideas, soluciones o mejoras.
Quienes sufren este trastorno, son personas que no son capaces de separar su vida profesional de la personal.
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El síndrome de Münchausen es un trastorno psicológico en el que el enfermo provoca que otra persona se enferme para conseguir su atención o su reconocimiento como cuidador.
La idea es demostrar que es indispensable para garantizar el bienestar de la persona. Algo similar puede ocurrir en el ámbito laboral, cuando los colaboradores crean o exageran los problemas para conseguir el mérito de haberlos solucionado.
El síndrome de Münchausen en el trabajo es una enfermedad o accidente laboral que conlleva conductas muy complejas y perjudiciales para la empresa.
En este síndrome, el afectado mantiene una excelente reputación solucionando problemas que él mismo ha creado. Es decir, genera problemas de forma intencional que luego resuelve. Es una forma de demostrar su utilidad o de ganarse el elogio de los demás.
El término burnout se utiliza para referirse a un tipo de estrés crónico relacionado con el trabajo. Fue detectado por el psicólogo Herbert Freudenberger en 1974 en una clínica para adictos y personas sin hogar.
Sin embargo, no fueron los pacientes los que motivaron el estudio de este síndrome, sino los empleados de la clínica. Su trabajo era intenso y muchos comenzaron a sentirse desmotivados y emocionalmente agotados.
Freudenberger definió esta nueva y alarmante condición como un estado de agotamiento causado por un exceso de trabajo prolongado . Implica una respuesta que lleva a la pérdida de entusiasmo por el trabajo, al desencanto profesional o a una baja realización personal.
A principios de 2022 entró en vigor la última revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS. Se incluyó el síndrome de burnout como un problema relacionado con el trabajo.