Es normal sentirse sin energía después del regreso de vacaciones, sin embargo, existen técnicas que puedes llevar a cabo para que no afecte tu trabajo.
Después del regreso de vacaciones, es común sentirte un poco cansado o desmotivado. Algunas de las principales razones por las que ocurre este fenómeno son la falta de sueño, el cambio de hábitos alimenticios.
Incluso se puede culpar al jet lag, que es un trastorno de sueño que afecta a las personas que mientras viajan cambian varios usos horarios.
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También es normal para varios colaboradores que, al regresar a sus hogares, intenten regresar a su rutina de forma abrupta. Esto, además de ser incómodo, afecta la forma en la que las personas se desenvuelven en su esfera laboral.
Si eres de aquellas personas que después del regreso de vacaciones batallan arduamente para mantenerse despierto o con disposición para trabajar, aquí puedes encontrar algunos consejos para continuar con tus actividades con la mayor energía posible.
Probablemente esto te resulte aburrido, sin embargo, llegar a casa unos días antes del destino turístico que elegiste para distraer tu mente es lo más recomendable.
Gracias a esta práctica, tendrás el tiempo necesario para poder dormir lo suficiente antes de enfrentarte a las actividades que e exigen hacer en tu oficina. Dormir 8 horas o más es lo necesario para que tu cuerpo se pueda recuperar.
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Consume alimentos frescos y equilibrados que te proporcionen los nutrientes necesarios. Evita ingerir comida procesada y bebidas con cafeína o azúcar en exceso, ya que pueden causar picos y caídas de energía.
Mantenerse hidratado es esencial para el funcionamiento óptimo de tu cuerpo y mente, y esto puede contribuir a tener niveles de energía adecuados.
Gracias al consumo de agua, por ejemplo, se llevan a cabo procesos metabólicos, incluyendo la producción de energía en forma de adenosín trifosfato (ATP). De acuerdo con la Universidad Estatal de Georgia, es un nucleótido considerado por los biólogos como la moneda de energía para la vida.
La exposición a la luz natural, especialmente por la mañana, ayuda a regular tu ritmo circadiano y a mejorar tus niveles de energía. Este fenómeno ocurre porque en la noche, al no haber luz solar, el cuerpo genera melatonina, la hormona del sueño.
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El cambio en la melatonina durante el ciclo sueño/vigilia refleja los ritmos circadianos. El hipotálamo también controla los cambios en la temperatura corporal y la presión arterial que ocurren durante el sueño, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Reduce el tiempo que pasas frente a pantallas antes de acostarte. La luz azul de dispositivos electrónicos puede interferir con la calidad del sueño.
MayoClinic informó que el uso de dispositivos como tabletas, computadoras o celulares antes de dormir bloquea la generación de melatonina en el cuerpo ya que engaña a tu sistema haciéndole creer que aún es de día.