Noam Chomsky se encarga de analizar el contenido mediático. Según el lingüista, quien tiene el poder dirige el discurso y esto genera fake news.
El término fake news describe a los artículos de noticias que son intencionalmente y verificablemente falsos. Estos son diseñados para manipular las percepciones de las personas sobre hechos, eventos y declaraciones reales.
De acuerdo con el Centro de Tecnologías de la Información y la Sociedad (CITS), Se trata de información presentada como noticia que su promotor sabe que se basa en declaraciones o eventos que verificablemente no sucedieron.
Algunas de las grandes mentes de la historia contemporánea han dedicado gran parte de sus estudios a investigar este fenómeno social, uno de los académicos más memorables es Noam Chomsky quien estudia desde la década de los 50 comenzó a estudiar los fenómenos que encierra la lingüística.
Su dedicación y esfuerzo ha sido tal que fue nombrado como profesor de Instituto y Profesor Emérito de Lingüística por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Abandonó este cargo en 2018.
El ‘deepfake’ y las interacciones humanas: ¿cuáles son los riesgos y posibilidades?
El estudio del lenguaje y su desarrollo es uno de los principales pilares de la carrera de Noam Chomsky. El desarrollo de este tipo de temas le brindó el conocimiento necesario para deconstruir los mensajes que se encargan de brindar los medios de comunicación.
Así, el anarquista académico comenzó a analizar un fenómeno que ha tomado por asalto a la sociedad desde hace varios años, pero que se exacerbó con las generación de las redes sociales y el uso de la Inteligencia Artificial (IA): la desinformación. Una de sus principales armas es el desarrollo de las fake news o noticias falsas.
En una entrevista para El País, el pensador explicó que actualmente la sociedad vive la ficción de que el mercado es maravilloso porque está compuesto por consumidores informados que adoptan decisiones racionales. Sin embargo, basta con encender la televisión para saber que esto es mentira.
“¿Buscan informar al consumidor y que tome decisiones racionales? ¿O buscan engañar? Pensemos, por ejemplo, en los anuncios de coches. ¿Ofrecen datos sobre sus características? ¿Presentan informes realizados por entidades independientes?”.
De acuerdo con el Noam Chomsky, la publicación de estos datos sí que generaría consumidores informados capaces de tomar decisiones racionales. En cambio, lo que el público ve es un coche volando, pilotado por un actor famoso. Con esto, la empresas tratan de socavar al mercado.
Este tipo de elementos impulsan la creación del temido fenómeno de la desinformación.
Para el ex académico del MIT las cosas son claras, quienes tienen el poder, poseen los medios necesarios para dar a conocer los mensajes que quieran. Esto sin importar si son falsos.
En otra entrevista, Noam Chomsky ejemplificó la forma en la que actúa el poder dentro de los medios de información. Retomó el ejemplo del New York Times donde tienen algo llamado el agujero de las noticias que es el espacio sobrante después de que los editores llenan el periódico con anuncios publicitarios. Al final, contrario a su naturaleza, adhieren las noticias.
Así es como los medios de comunicación se vuelven los grandes informantes de las empresas y de los intereses de sus propietarios, sus mercados. El resultado final es que se obtiene una perspectiva muy estrecha de cómo es el mundo.
Además existe otro elemento que impulsa la generación de fake news, la desilusión con las estructuras institucionales. De acuerdo con Chomsky, esto ha conducido a un punto donde la gente ya no cree en los hechos.
“Si no confías en nadie, por qué tienes que confiar en los hechos. Si nadie hace nada por mí, por qué he de creer en nadie”.
La IA ya es capaz de engañar a los humanos, ¿qué futuro les depara a las personas?
Según Data Reportal, el usuario típico de Internet pasa casi dos horas y media al día utilizando plataformas de redes sociales, lo que equivale a más de un tercio de su tiempo total en línea.
El desarrollo de estas plataformas ha acelerado la forma en la que llegan las fake news a los internautas quienes, absortos, admiran las redes sociales por largas horas.
“En un mundo lleno de cuotas diarias y titulares sensacionalistas, concretamente dentro de las redes sociales, ¿cómo valoras a qué medios vale la pena prestarle atención?”, cuestionó el académico.
Las personalidades de los influencers y de los medios se hicieron abrumadoras. Si presentan una imagen falsa pueden atraer a personas que realmente no tienen acceso al tipo de estructura institucional en la que puedan resistir su ataque. Es urgente una alfabetización mediática, aseveró.
El trabajo actual con modelos de lenguaje grande (LLM), incluidos los chatbots, proporciona herramientas para desinformar, difamar y engañar a quienes no están informados. Las amenazas aumentan cuando se combinan con imágenes artificiales y replicación de voz.
Noam Chomsky, uno de los mayores estudiosos de la lingüística, aceptó que la Inteligencia Artificial (IA) puede generar una cantidad de discursos inimaginable. Pero le falta un gran ingrediente para que esta herramienta no se convierta en el arma perfecta de la desinformación: la facultad moral.
“Como siempre, los posibles beneficios de la tecnología deben sopesarse con los costos potenciales”.