Mito desmentido: Usar tu celular no te provoca cáncer cerebral
De acuerdo con un estudio, las ondas de radiofrecuencia que emite tu celular no son lo suficientemente potentes como para provocar este temido cáncer. Entérate de esta buena noticia.
Por muchos años las personas temieron utilizar libremente su celular por un mito que se hizo muy famoso: su uso prolongado causaba cáncer. Sin embargo, un nuevo estudio desmintió esta creencia.
Se trata de la mayor revisión sobre el tema realizada hasta la fecha y forma parte de una larga serie de investigaciones que demuestran que las tecnologías inalámbricas no dañan el cuerpo humano.
“En cuanto al tema principal, los teléfonos móviles y los cánceres cerebrales, no encontramos un mayor riesgo, incluso con más de 10 años de exposición”, dijo Mark Elwood de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, quien fue coautor del documento.
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¿Cómo se hizo el estudio?
La revisión, que surgió de las preocupaciones de que los teléfonos colocados contra la cabeza emiten ondas de radio al cerebro, analizó más de 5 mil estudios. Los investigadores se centraron en 63 análisis de 22 países.
Posteriormente, examinaron por separado estudios sobre diferentes tumores, riesgos específicos de neoplasias a partir de diferentes fuentes de exposición y un par de resultados de exposición determinado en adultos y niños.
Ninguna de las evaluaciones revisión mostró un mayor riesgo de cáncer cerebral con el uso de teléfonos móviles.
“La evidencia no apoya un mayor riesgo de cáncer por el uso de teléfonos móviles. Además, no había evidencia que apoyara ningún riesgo por transmisores de radiodifusión o estaciones base”, dijo Keith Petrie del Departamento de Medicina Psicológica de la Universidad de Auckland.
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Así es como funcionan tu celular
Los celulares y la tecnología inalámbrica intercambian señales mediante ondas de radiofrecuencia (RF). Esta se trata de una forma de energía del espectro electromagnético, por lo que a veces se dice que los teléfonos móviles emiten radiación electromagnética.
Sin embargo, las ondas de radiofrecuencia que utilizan las redes de telefonía móvil son una forma de radiación no ionizante. La radiación no ionizante utiliza cantidades minúsculas de energía para transmitir datos, energía que no es suficiente para dañar el cuerpo humano.
Lo mismo pasa con todos los tipos de redes de telefonía móvil. WiFi, 4G, 5G y Bluetooth dependen de ondas de radio para transmitir datos. Cada tipo utiliza una frecuencia de ondas de radio diferente, pero ninguna tiene suficiente energía para calentar los tejidos corporales.
Las ondas de radiofrecuencia son diferentes de los tipos de radiación ionizante, como los rayos X, los rayos gamma y los rayos ultravioleta (UV). La radiación ionizante contiene mucha más energía y puede dañar el ADN e incluso provocar cáncer de piel.