Ante los retos sociales y ambientales del presente, el emprendimiento sostenible busca generar soluciones y generar modelos económicos alternativos.
El paradigma económico actual persigue el crecimiento económico infinito. El emprendimiento sostenible plantea equilibrar la productividad con los límites del planeta
Rehtse Terán
La sostenibilidad, hoy en día, es la protagonista de muchas estrategias empresariales. Aunque por mucho se mantuvo en el último lugar de la lista de prioridades de muchas organizaciones, ahora implementarla se ha convertido en un objetivo prioritario.
Es comprensible que existan juntas directivas o equipos que duden en considerar o implementar prácticas de sustentabilidad. Pero si es así, deberían considerar el riesgo de no pensar en términos ecológicos, o de no tomar en cuenta las consecuencias del cambio climático.
Los emprendedores, por su parte, enfrentan un complejo dilema. ¿Cómo pueden crear una mejor realidad pospandemia? ¿Cómo facilitar condiciones en las que la salud sea equitativa, donde haya más inclusión, diversidad y tolerancia, donde devolvamos el equilibrio al clima?
Quienes emprenden tienen la responsabilidad de considerar las consecuencias de sus prácticas empresariales. Por ello, deben trazarse metas que prioricen el bienestar de la sociedad y del planeta a largo plazo.
Las compañías innovadoras, los emprendedores y las startups están en una excelente posición para liderar los cambios. El llamado es sencillo: reconsiderar el impacto medioambiental, y tener en cuenta los beneficios de la sustentabilidad, tanto para las compañías que las practican, como para el planeta en el que operan. Nadie puede lucrar en un mundo inestable.
“Para que las cosas realmente cambien, debemos romper con la lógica de la expansión”, dice Stefano Ponte, profesor y director en el Copenhagen Business School’s Centre for Business and Development Studies.
“En otras palabras, mientras que las estrategias de acumulación de ‘capital verde’ que optimizan el consumo de recursos ayudan a bajar la intensidad energética y material relativa de la producción, no abordan los límites ecológicos generales del crecimiento porque se basan en una lógica de expansión continua”.
Ese concepto del capitalismo, el cual es la norma en tiempos actuales, prioriza las ganancias en el corto plazo, por sobre el bienestar medioambiental y sociocultural a largo plazo. La cuestión está en redireccionar los motores del capitalismo, haciendo que este evolucione y no amenace el futuro.
El emprendimiento es el proceso de crear una empresa y asumir los riesgos de hacerlo. Dicho de otra manera, es la búsqueda de nuevas soluciones a problemas existentes. Si una empresa de nueva creación tiene éxito, puede generar beneficios, ampliarse y afianzarse en el panorama empresarial.
Si los emprendimientos prosperan, incorporando principios de sostenibilidad ambiental y económica, tienen el potencial de contribuir a resolver retos globales, como el calentamiento global, la desigualdad, y la pérdida de biodiversidad. Pero para que eso suceda es vital que exista un entorno en el que los emprendimientos puedan prosperar.
Cuando los emprendedores y las startups se entrelazan, empiezan a formar lo que se conoce como un ecosistema. Estos pueden girar en torno a un sitio geográfico o institucional (como una universidad o una aceleradora), pero también pueden ser multipolares. Lo importante es llegar a ese punto en que la información se convierte en conocimiento, y los avances tecnológicos, en propuestas empresariales rentables.
Además, los ecosistemas proporcionan servicios a las startups, pero también a la comunidad, y a la economía de una ciudad o país. Esto es clave porque lo ideal es que funcionen no solo con objetivos económicos, sino también con el fin de generar impactos positivos en el ambiente, el clima y la sociedad.
El mundo no necesita que las grandes corporaciones inventen una fórmula sostenible perfecta. Más bien, requiere que miles de empresas pequeñas hagan lo que esté a su alcance para mejorar las cosas, un día por vez. La suma de esos esfuerzos generará momentum, asegurando que futuros emprendimientos sostenibles tengan un entorno seguro para innovar y crecer.
Ya sea que quieras iniciar un emprendimiento sostenible, busques desarrollar procesos más eco amigables, o mejorar tus prácticas de sustentabilidad, compartimos cuatro tips para que un emprendimiento sea más sostenible.
1 – Crea una economía circular
Aplicada correctamente, la economía circular hace que ninguno de los recursos invertidos en el proceso de creación sean descartados. Un ejemplo es la compañía de accesorios telefónicos Pela, la cual creó su propio proceso de reciclaje de materiales, permitiendo que esta empresa hiciese, de su ciclo productivo, un circuito.
2 – Incluye a tus socios
Trabajando con socios que compartan prioridades, es posible generar momentum y empezar a cambiar un sector específico hacia una mejor dirección. Starbucks ha avanzado en esas prácticas, ya que dedica recursos a que los agricultores aprendan prácticas sustentables en los centros de investigación y desarrollo de la compañía. Estos esfuerzos podrían hacer una diferencia importante en cuanto a cómo se practica la agricultura alrededor del mundo.
3 – Transforma tu sitio de trabajo
En la medida en que transformas tus procesos, e invitas a tus socios a dar lo mejor, es importante no perder de vista el sitio de trabajo propio. En ese sentido, convertir tu centro de operaciones en una referencia de arquitectura sostenible, para que los consumidores sepan que practicas lo que pregonas, es una movida inteligente. Algunas compañías, como GitLab, sacan a la oficina de la ecuación. En vez de un sitio fijo, fomentan trabajar en entornos remotos colaborativos, o dan créditos para que sus trabajadores laboren desde espacios de coworking.
4 – Incluye a los clientes
Los consumidores de hoy en día no quieren solamente comprarle a empresas sostenibles; también quieren aportar. Así que, ¿por qué no facilitarles oportunidades en iniciativas de sostenibilidad? En teoría, cualquier compañía puede asociarse con sus consumidores, teniendo la sostenibilidad como foco. Algunos pasos pueden ser dar créditos por reciclar productos, o hacer que estos sean más fáciles de reparar que de reemplazar. Acciones como esa potencian a una marca, a la vez que fortalecen la fidelización de los clientes.