Malala Yousafzai es una destacada defensora de la educación de las niñas en Pakistán y en todo el mundo, incluso después de haber sobrevivido a un intento de asesinato por parte de los talibanes en 2012 por oponerse a las restricciones de la mujer en su país.
En 2009, comenzó a escribir un blog bajo pseudónimo sobre la creciente actividad militar en su pueblo de origen y sobre el temor de que atacaran su escuela. Una vez que se reveló su identidad, Malala y su padre, Ziauddin, siguieron pronunciándose a favor del derecho a la educación.
El ataque ocurrido en diciembre de 2012 recibió una condena mundial. Cuando Malala Yousafzai volvía a casa de la escuela dos militantes talibanes abordaron el autobús escolar en el que viajaba, preguntaron por ella y, cuando se identificó, le dispararon, causándole graves heridas. Sus amigas Shazia Ramzan y Kainat Ahmed, también resultaron alcanzadas por las balas.
En Pakistán, más de 2 millones de personas firmaron una petición por el derecho a la educación y la Asamblea Nacional ratificó el primer Proyecto de Ley sobre el Derecho a una Educación Gratuita y Obligatoria del país.
Con solo 17 años de edad, la activista recibió el Premio Nobel de la Paz en 2014 junto con Kailash Satyarthi por sus esfuerzos para promover los derechos de los niños, incluido el de la educación.
Malala Yousafzai, en particular, obtuvo reconocimiento internacional por su valiente labor de defensa de derechos y su dedicación a la educación de las niñas en Pakistán y otras partes del mundo.
Es la ganadora más joven del Premio Nobel y mantiene vigente su defensa de la educación y los derechos de las niñas, logrando un impacto significativo en el ámbito de la educación y el activismo. Nació el 12 de julio de 1997 en Mingora, Valle de Swat, Pakistán.
Estas frases de Malala Yousafzai buscan inspirar a los líderes a actuar, abogar por la educación y la igualdad de género y reconocer el poder transformador de sus voces y acciones en sus equipos.