Liderazgo Capital Humano Actualidad

El hippie que construyó un imperio de cosméticos naturales y renunció a su fortuna para ser feliz

La vida de Burt Shavitz, fundador de Burt’s Bees, es el mejor ejemplo para los emprendedores sobre siempre seguir sus sueños, aun cuando hayan construido una empresa millonaria.

MIT SMR México 09 Ago 2022

En la década de los 80, Burt Shavitz fundó Burt’s Bees, una de las marcas de cosméticos naturales más famosas del mundo, a pesar de que no era con lo que había soñado.

“Yo no tenía ganas de ser un yuppie rico con una casa trofeo, una esposa trofeo y un auto trofeo”, dijo en el trailer de “Burt’s Buzz” un documental del 2014 que retrata la vida de este experiodista neoyorquino que, cansado de la ciudad, buscó un lugar en el campo.

Publicidad
Publicidad

De acuerdo con Stackline, Burt’s Bees ocupa el lugar 21 de preferencia entre el público que busca productos de belleza. Esta marca y su fundador son un gran ejemplo de cómo una persona que ama lo que hace puede ganar una fortuna y renunciar a ella por anteponer sus principios.

Únete a nuestra comunidad en LinkedIn

Este cambio de vida le regaló dos momento cruciales: conocer a Roxanne Quimby, cocreadora de Burt’s Bees y encontrar un panal de abejas, con el que pudieron sobrevivir ya que realizaban diversas artesanías con la cera.

Este adicto a la soledad (como se denominaba), a la introspección y a la vida campestre halló en la apicultura una de las más grandes pasiones en su vida. Shavitz narró en su largometraje que nunca pensó en volverse rico con este proyecto. 

“Un buen día, es aquel en el cual nadie aparece”, narró ante las cámaras. La acidez de este hombre fue poco conocida, pero ocurrió lo contrario con su rostro, ya que se convirtió en la imagen publicitaria de su marca. publicidad. 

De hippie a millonario, la historia de Burt’s Bees

En 1884 Shavitz y Quimby ganaron popularidad en Maine, Estados Unidos, gracias a la fabricación de sus productos hechos a base de cera de abeja. Según una publicación de The Washington Post, en ese año ganaron 20 mil dólares vendiendo su mercancía, sin embargo, fue hasta 1991 que desarrollaron un bálsamo labial

La meta de ambos emprendedores era ofrecer al público alternativas orgánicas y naturales de productos cosméticos. 

El empresario metalero que fusionó el té con Iron Maiden en Cassava Roots

Gracias al éxito de esta visión, la Burt ‘s Bees tuvo que mudarse a Carolina del Norte en 1994 con el fin de incrementar su producción. Y en 1999 alcanzaron fama internacional exportando sus productos a  Reino Unido, Irlanda, Canadá, Hong Kong y Taiwán. 

A pesar del gran éxito de su empresa, en 2004 Shavitz decidió vender su parte a AEA Investors por 173 millones de dólares, a los cuales se le sumaron 4 millones adicionales. Renunció al imperio que por accidente construyó para dedicarse al campo y, lo más importante en sus propias palabras, ser feliz.

En 2007 esta empresa pasó a manos de Clorox que la adquirió por 925 millones de dólares, cantidad considerablemente menor tomando en cuenta que en 2013 Esquire informó que el valor de la organización rondaba el billón de dólares. 

Shavitz vivió hasta el fin de su vida (en 2015) en Maine, un estado conocido por sus tierras verdes y campos que alcanzan aproximadamente 17.6 millones de acres de tierras forestales, equivalente al 89% de su superficie terrestre. 

A pesar de que Shavitz odiaba la interacción social y prefería encerrarse en su casa de campo, este hombre le dejó a los emprendedores importantes lecciones de vida, las cuales son cruciales tener en cuenta al iniciar un proyecto. Su compromiso con el medio ambiente y su estilo de vida dejaron una huella que siempre será el sello de Burt’s Bees.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte informado