Al aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías emergentes y establecer alianzas estratégicas, las pymes pueden no solo sobrevivir, sino prosperar en el entorno empresarial actual.
La transformación digital ya no es una opción, sino una necesidad imperante para las empresas en la actualidad.
Millones de entidades ya tuvieron una primera evolución de este tipo y enfrentan el reto de actualizar los sistemas y hacerlos funcionar con la tecnología antes adquirida; pero muchas otras aún tienen demasiados pasos que dar en materia digital.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosEn su mayoría, hablamos de pequeñas y medianas empresas (pymes) que, en México, aún enfrentan desafíos significativos para adoptar plenamente las tecnologías digitales.
Según un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones, el 76 por ciento de las pymes en México no cuentan con plataformas digitales como parte de su operación diaria de forma plena.
Para este tipo de empresas, existen múltiples barreras para la digitalización, incluyendo limitaciones presupuestarias, falta de conocimiento sobre los beneficios de las tecnologías digitales y la ausencia de personal capacitado en áreas clave como Inteligencia Artificial (IA) y análisis de datos.
Estas limitaciones no solo afectan su competitividad, sino que también las hacen más vulnerables a las disrupciones del mercado.
Guía esencial para que las pymes enfrenten con éxito la incertidumbre global
Para muchas pymes mexicanas, el dilema de digitalizarse no pasa por la voluntad.
Pasa por la realidad: falta de presupuesto, carencia de talento especializado, desconocimiento técnico, y sobre todo, la necesidad de mantener su operación diaria sin interrupciones.
En ese contexto, la pregunta ya no es solo qué tecnología adoptar, sino cómo hacerlo sin que el negocio se detenga o se desequilibre financieramente.
Aquí es donde los fourth party logistics (4PL) adquieren una relevancia estratégica.
A diferencia de un 3PL (Third Party Logistics), que se limita a ejecutar funciones logísticas específicas, como transporte o almacenaje, un 4PL opera como un integrador de toda la cadena de suministro, y en muchos casos, como una extensión tecnológica de la pyme.
Un 4PL no se limita a entregar productos: diseña, conecta e integra procesos, desde el punto de venta hasta la última milla, incorporando herramientas digitales que una pyme, por sí sola, difícilmente podría implementar sin hacer inversiones muy altas o modificar su core business.
Por ejemplo, una pyme puede seguir operando su tienda en línea o física como siempre, mientras un 4PL gestiona en segundo plano la recolección, embalaje, trazabilidad, predicción de demanda y optimización de rutas mediante IA y análisis de datos.
Puede integrar, a través del 4PL, sistemas que antes estaban fuera de su alcance: dashboards de visibilidad en tiempo real, sistemas de alertas de errores o demoras, automatización de devoluciones y análisis de comportamiento del consumidor.
Todo esto sin contratar un solo ingeniero de datos, sin invertir en desarrollo propio de software, y sin desviar recursos críticos que la pyme necesita para seguir vendiendo, produciendo o atendiendo clientes.
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En otras palabras, el 4PL baja la tecnología de la nube a la tierra. Actúa como un facilitador de digitalización por vía indirecta, que permite a las pequeñas empresas tener acceso a procesos inteligentes, sin tener que reconstruirse digitalmente desde cero.
Este modelo es especialmente valioso en economías como la mexicana, donde muchas empresas buscan a terceros con toda la experiencia y herramientas para ejecutar.
Con un buen socio 4PL, la pyme puede entrar en la economía digital de forma progresiva, controlada, y sin poner en riesgo su operación principal.
Aunque menos de la mitad de las pymes mexicanas han avanzado significativamente en este camino, es esencial que reconozcan la importancia de adaptarse a la era digital.
Al aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías emergentes y establecer alianzas estratégicas, las pymes pueden no solo sobrevivir, sino prosperar en el entorno empresarial actual.
Ilan Epelbaum es director general de Mail Boxes Etc. en México (MBE), posición desde la que se encarga de liderar la relación y negociación con socios comerciales y estar al frente del posicionamiento de la empresa en el país. También es responsable de la relación con los franquiciatarios de MBE en México y en general de la expansión de la compañía en toda la república.