La migración en sí misma implica ajustes, adaptación a nuevas culturas y formas de vida. Con determinación y un plan sólido lancé mi empresa. Los primeros meses han sido desafiantes, pero cada obstáculo ha sido una lección que quiero compartir con ustedes en esta entrega.
En el trasfondo de cada migrante hay una historia única, una narrativa de cambios, desafíos y, en muchos casos, la búsqueda de oportunidades.
Mi propia travesía hacia la migración no fue diferente, pero lo que la hizo singular fue cómo transformé ese proceso en una oportunidad de negocio vibrante y gratificante.
Yo emigré en octubre de 2023 de la Ciudad de México a Madrid para alcanzar mi objetivo de estudiar un MBA en Europa. Y sí, lograr esto fue un verdadero sueño hecho realidad, pero no todo ha sido fácil.
Con mis 38 años, tengo alrededor de 15 años de experiencia profesional, y contar con una visa de estudiante que me permite solamente trabajar medio tiempo, me frenó en la búsqueda de un empleo en nómina. Por eso, dejé atrás ese mundo para aventurarme en el incierto pero emocionante camino del emprendimiento.
Según un estudio de la Global Entrepreneurship Research Association, América Latina es la región con la más alta proporción de mujeres que se animan a emprender su propio negocio.
Además, en España, la edad promedio de los nuevos empresarios oscila entre los 25 y los 42 años ¡justo todo lo que soy yo!
Mi sueño siempre fue crear algo propio, algo que reflejara mi pasión y creatividad. Y así fue como nació mi empresa de organización de eventos: The Mexcal Experience.
Migrantes, la fuerza laboral desaprovechada en México
La migración en sí misma implica ajustes, adaptación a nuevas culturas y formas de vida.
Pero para mí, fue también una oportunidad para explorar y entender las necesidades del mercado en mi nuevo hogar. Observé, aprendí y, sobre todo, escuché a las personas que me rodeaban.
Decidí tomar el riesgo. Con determinación y un plan sólido lancé mi empresa. Los primeros meses han sido desafiantes, pero cada obstáculo ha sido una lección que quiero compartir con ustedes:
Antes de lanzarme a emprender en un nuevo país, investigué y comprendí el mercado local. Por eso, estudien la demanda, la competencia, las regulaciones y las tendencias del sector en el que deseen incursionar.
Cuanta más información tengamos, mejor equipado estaremos para tomar decisiones informadas.
La migración y el emprendimiento son inherentemente impredecibles. Estar dispuesto a adaptarte a los cambios es esencial para sobrevivir y prosperar en un entorno empresarial, y personal, nuevo y desconocido.
Aprendí a ser flexible, a adaptarme rápidamente a los cambios y a mantener siempre la visión clara de mi objetivo.
Una de las lecciones más valiosas que aprendí en este viaje fue la importancia del networking y las relaciones humanas. Construir una red sólida de contactos fue fundamental para el crecimiento de mi negocio.
Cada persona que conocía, cada conexión que hacía, representaba una oportunidad potencial. Participen en eventos locales, únanse a asociaciones empresariales y conecten con personas influyentes en su industria.
Su red de contactos puede abrir puertas, proporcionar oportunidades de negocio y brindar apoyo invaluable en momentos de necesidad.
El éxito empresarial no ocurre de la noche a la mañana. Sí, hubo momentos de mucha desesperación y estrés porque las cosas no salían como esperaba.
La persistencia y la paciencia son virtudes importantes que les ayudará a superar los obstáculos y a mantener su enfoque en los objetivos.
Emprender en un nuevo país puede ser emocionante, pero también puede ser agotador y (muy) estresante.
No descuiden su bienestar físico y mental. Tómense el tiempo para descansar, hacer ejercicio y disfrutar de sus relaciones personales.
Star Wars: 8 oportunidades de negocios de otra galaxia
En resumen, al emigrar aprendemos a ser más resilientes, flexibles y abiertos al cambio. Desarrollamos una mayor empatía y comprensión hacia otras culturas.
Aprendemos a valorar lo que tenemos y a ser más conscientes de nuestras fortalezas y debilidades (sí, nos enfrentamos como nunca a nuestros propios demonios).
A pesar de los retos y los momentos complicados, esta es una experiencia que no cambiaría por nada del mundo.