Es momento de que seamos líderes en cualquier ámbito en el que nos desarrollemos para que haya organizaciones y empresas con ambientes más sanos y respetuosos.
Se dice que Warren Buffet, director ejecutivo de Berkshire Hathaway y uno de los empresarios e inversionistas más relevantes de las últimas décadas, busca tres cualidades indispensables para contratar a alguien: integridad, inteligencia y energía, incluso afirma que:
“Si no tienes la primera, las otras dos acabarán contigo”.
En un mundo donde la ética y la transparencia son cada vez más valoradas, la integridad se ha convertido en un factor determinante para el éxito tanto en la vida personal como en el ámbito empresarial.
La integridad no solo se trata de cumplir con las normas y reglas establecidas, sino de actuar de manera coherente con los valores y principios personales, incluso cuando nadie está mirando.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, las empresas con líderes éticos y transparentes tienen un 42 por ciento más de rentabilidad que aquellas que no priorizan la integridad.
Además, la integridad también juega un papel fundamental en la construcción de relaciones sólidas y duraderas tanto en el ámbito personal como profesional, lo que puede traducirse en oportunidades de crecimiento y éxito a largo plazo.
En un mundo cada vez más competitivo y cambiante, la integridad se ha convertido en un activo invaluable que puede marcar la diferencia entre vivir de acuerdo a lo que tu deseas.
Por ello, es fundamental cultivar una cultura de integridad en todos los aspectos de nuestra vida y nuestros negocios.
Ya que solo a través de la honestidad, la transparencia y el compromiso con nuestros valores podremos alcanzar nuestros objetivos de manera sostenible y ética.
En el libro El poder frente a la fuerza del Dr. David R Hawkins, quien fue médico psiquiatra, investigador, divulgador y maestro espiritual, explica que 78 por ciento de los entrevistados en el estudio que realizó viven en falsedad, en lugar de vivir alineados en la verdad.
Entendida ésta como el valor ético vinculado a la honestidad para mantener en todo momento la veracidad en las palabras y en las acciones.
Evaluar la integridad de los colaboradores mejora las finanzas en la empresa
¿Cuántas veces te ha tocado lidiar con equipos de trabajo tóxicos? Donde la dinámica es hablar sobre los rumores, culpar a los demás en lugar de que cada quien asuma su responsabilidad y atacar a otras personas para justificar posturas que no son funcionales, como hacer trampas o decir mentiras.
Si también te ha tocado vivir esto es porque en la cultura de la queja, es más fácil señalar lo negativo en los demás que asumir un liderazgo para romper con estas dinámicas.
Y esto tiene una explicación, si alguien ha operado toda su vida en un entorno familiar y social de queja, mentiras y de solo buscar el beneficio propio, no conoce otra manera de hacer las cosas, así que llega a la edad adulta a manifestar estos comportamientos en el ámbito laboral.
Te comparto 3 formas para transformar la deshonestidad en integridad con tu equipo:
Y si bien, es cierto que si alguna persona incurre en una actitud deshonesta o incorrecta no va a reconocer su falla, probablemente alguien más del equipo se atreva a contar la verdad.
Revisa tus conversaciones e interacciones diarias e identifica si estás cayendo en echar la culpa a otros, la justificación, el ataque a los demás, el victimismo, etc. esto es muy poderoso ya que, al hacerlo, te vuelves más consciente de tus palabras y actos.
Este punto es muy importante, hace peticiones para poner límites amorosos para ti, las personas te pueden que sí, que no o negociar.
Será más fácil entender el funcionamiento de cada uno y actuar con respecto conforme a sus límites. Esto evita muchos conflictos innecesarios y establece la base para un ambiente más armónico.
Como dijo el pacifista y pensador Mahatma Gandhi:
“Sé el cambio que queremos ver en el mundo”.
Hoy es momento de que seamos líderes en cualquier ámbito en el que nos desarrollemos para que haya organizaciones y empresas con ambientes más sanos y respetuosos.