En la sociedad actual, todos podemos ser agentes de cambio, pero los emprendedores tienen la oportunidad de marcar la diferencia al proporcionar oportunidades únicas que aborden problemáticas específicas.
En los últimos años hemos visto que el emprendimiento ha priorizado el bienestar personal y desarrollo comercial y económico, a través de productos y servicios como las fintechs o proptechs.
Sin embargo, más allá de un objetivo comercial, hay empresas y organizaciones que se están apoyando en la tecnología para contribuir a la formación de las personas, es decir, con la visión de lograr un impacto social transversal.
Las edtechs -que se basan en la tecnología para educar– han apuntado a este nicho, y según un estudio de Grand Research Review de 2024, se espera que este sector crezca un 19.9 por ciento a nivel global entre 2021 y 2028.
En este camino, algunas han podido llegar a grupos que enfrentan desafíos para ingresar a la educación formal. Apuntando a estos segmentos, como el de las mujeres, las edtechs se convierten en agentes clave para un futuro más inclusivo y equitativo.
En tiempos de crisis: Climate tech, una necesidad estratégica
En un mundo donde la tecnología impulsa el progreso y la innovación, es fundamental asegurarnos de que todas las personas tengan la oportunidad de educarse y sacar provecho de las nuevas herramientas de progreso de nuestra región.
Ante este desafío, el emprendimiento con impacto social surge como una valiosa herramienta para empoderar a sectores de la población que han tenido menos oportunidades, como es el caso de las mujeres.
Los emprendimientos que apuntan a la formación de mujeres, sobre todo en el sector tech, son clave para abrir nuevas oportunidades a miles de mujeres que, a su vez, impulsan el desarrollo de Latinoamérica.
En nuestra experiencia, hemos visto cómo el acceso a una educación de calidad y basada en el aprendizaje continuo y concreto, ha transformado la vida de más de 3 mil 800 mujeres en nuestro continente -abriendo oportunidades laborales de calidad- y traspasando beneficios a sus familias, entornos y comunidades.
En la sociedad actual, todos podemos ser agentes de cambio, pero los emprendedores tienen la oportunidad de marcar la diferencia al proporcionar oportunidades únicas que aborden problemáticas específicas.
Innovación disruptiva: 3 casos de los que puedes aprender
Es gratificante ver que existen diversas iniciativas alrededor del mundo que están impulsando a miles de personas en situaciones desfavorables a alcanzar sus metas e incluso a generar un cambio en sus redes cercanas.
Con una década de trayectoria, sabemos que impulsar a las mujeres latinoamericanas a desarrollarse en una carrera en tecnología es una tarea que continúa siendo desafiante, pero ha sido tremendamente satisfactoria en el camino del emprendimiento.
Cada mujer que logra sus metas es un recordatorio del poder transformador del emprendimiento con causa, como el caso de Pilar Figueroa, graduada en desarrollo web que pasó de tener roles con pocas oportunidades de crecimiento en bancos y oficinas a desempeñarse como Product Manager en una startup estadounidense, trabajando de manera remota y aumentando sus posibilidades dentro del sector.
A medida que miramos hacia el futuro, debemos comprometernos a seguir adelante con esta importante labor, no solo por el bien de las mujeres, sino por el bien de toda la sociedad.
Juntos, podemos construir un mundo donde la igualdad de género y la innovación sean los pilares fundamentales de una sociedad más justa y próspera para todos.
Eso requiere el compromiso de cada una de las personas que estamos en el sector, y la invitación queda abierta a quienes están pensando cómo dejar un mundo mejor, piensen en la educación, piensen en las mujeres y piensen en cómo se vería ese mundo, para que juntas lo hagamos suceder.
Marcelo Torres es Business Development Regional Director de Laboratoria