¿Corrupción en tu empresa? Aprende a detectarla y prevenirla con tres señales antes de que estalle la tormenta perfecta.
Entender la corrupción puede parecer enredado, por eso comparto claves para que las empresas puedan definirla, evaluarla y evitarla
Hay dos tipos de personas que dicen entender la corrupción: los que saben todo y los que no saben nada. Yo me paso el día hablando de ella y sigo siendo de los segundos, ojalá un día conozca a uno de los primeros.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosPero la corrupción no es teoría de hilos, la hemos complicado pero puede ser sencilla. Y no solo hablo de gobierno, en la empresa también hay corrupción y se puede prevenir, la cosa es el cómo.
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Cuando me toca hablar de corrupción en empresas, me concentro en las 3 cosas que la componen y las 3 que la descomponen; veamos:
Mi definición favorita de la corrupción —entre muchas— es «el abuso de una posición de privilegio para generar beneficios indebidos». Me gusta por cortita y útil; como decir que algo es pato porque hace como pato, camina como pato y parece pato. Estos son los 3 elementos que componen la corrupción:
Es así de sencillo y con esta listita podemos evaluar cualquier situación y saber si es corrupción.
Después vienen los delitos y, aunque no hay ninguno que se llame «corrupción», hay varios que están identificados y todos tienen esos tres elementos más un cuarto: estar designados en una ley. Eso es todo. Eso son los delitos de corrupción.
Ahora entremos en la vida de las empresas: si alguien hace actos de corrupción y una empresa se beneficia, la fiscal o juez no se tocará el corazón; a esa empresa la van a multar, van a limitar cómo, dónde y qué negocios puede hacer; o hasta la pueden cerrar.
Por eso decimos que conviene más prevenir la corrupción que arreglarla.
Para prevenirla usamos «programas de cumplimiento»: herramientas complejas que otro día desmenuzaremos.
Lo importante (y lo que ningún abogado de compliance dice abiertamente) es que no importa cómo sean los códigos y manuales mientras lo hagamos todo para que nunca coincidan tres elementos que —según Robert Klitgaard— hacen una tormenta perfecta de corrupción.
Estos son los 3 elementos que descomponen la corrupción:
Estos tres horrores nunca deben coincidir y si no existe ni uno solo, la corrupción no puede florecer. Si hacemos políticas, reglamentos y manuales que no lo permitan —y los aplicamos estrictamente— estaremos más avanzados que la mayoría.
En poquitos renglones: hagamos todo para que en nuestra empresa nadie tenga «todo el poder»; nadie pueda decidir sin supervisión; y todos respondamos a alguien. Eso hará difícil que alguien abuse de su posición para beneficiarse indebidamente y nos evitará procesos legales difíciles y caros.
No es tan difícil, lo que pasa es que los abogados nos hemos esforzado en enredar todo, pero no se preocupe que a eso nos dedicamos aquí; a desenredar.