El éxito empresarial radica en encontrar un equilibrio entre ambas filosofías: saber cuándo pegar primero y con fuerza, pero sin perder la visión ética y sostenible.
La serie Cobra Kai no solo revive la rivalidad entre Johnny Lawrence y Daniel LaRusso, también ofrece una lección sobre liderazgo, estrategia y competitividad en los negocios.
La secuela del clásico Karate Kid que se estrenó en 2018 en YouTube Red y que posteriormente se trasladó a Netflix por su gran éxito.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosLa filosofía del dojo más rudo de All Valley, Cobra Kai, “Pega primero, Pega fuerte, Sin piedad”, puede interpretarse como una metáfora del mundo empresarial, donde la rapidez, la agresividad y la determinación pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una organización
En un escenario empresarial donde la competencia es feroz, muchas compañías se ven obligadas a adoptar una mentalidad agresiva para sobrevivir.
Sin embargo, ¿hasta qué punto la estrategia de Cobra Kai es efectiva en los negocios? ¿Es viable ser implacable sin perder la ética y la visión a largo plazo?
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En Cobra Kai, donde se enseñaba Tang Soo Do, un arte marcial moderno de Corea, “pega primero” representa la necesidad de tomar la iniciativa antes que el oponente.
En los negocios, esto se traduce en la capacidad de anticiparse a la competencia, innovar y lanzar productos o estrategias antes de que el mercado se sature.
Compañías como WWE, Netflix, Spotify, Tesla, Amazon y Meta, entre otras, han sabido “pegar primero” y marcar la diferencia en sus industrias.
No obstante, pegar primero no siempre garantiza la victoria. Organizaciones como MySpace y Nokia fueron pioneras en sus mercados, pero no supieron reinventarse y mantener su ventaja competitiva, por lo que la clave no es solo ser el líder, sino evolucionar constantemente para mantenerse en la cima.
En palabras de mi padre, Alberto Esparza, el éxito no es una carrera de velocidad, sino de resistencia.
Pegar fuerte en los negocios significa ejecutar estrategias con determinación, realizar alianzas estratégicas, invertir ampliamente eficiente e impulsar la excelencia operativa.
No basta con tener una buena idea; hay que implementarla de manera agresiva y con alto impacto.
Ejemplos de empresas que han pegado fuerte incluyen a Apple, compañía que no inventó el smartphone pero ejecutó su visión innovadora, original y futurista con un diseño que revolucionó la industria, así como un ecosistema (iPhone, iPad, MacBook, Apple Watch, AirPods, Apple Vision Pro y Apple TV) que se conecta, integra, sincroniza y trabaja en conjunto.
Empresas como Nike, Adidas y Puma han sabido combinar innovación en productos con campañas de marketing agresivas para competir por la preferencia y lealtad de los consumidores. Disney, no solo adquirió franquicias exitosas como Pixar, Marvel, Lucasfilm y 20th Century Fox, sino que supo integrarlas con estrategias comerciales sólidas.
Retailers como Walmart y Oxxo, han ampliado su influencia a otros negocios como telecomunicaciones (Bait y Oxxo Cel) y banca (Cashi y Spin), además de continuar con una estrategia agresiva de apertura de nuevas tiendas.
Pero, pegar fuerte requiere recursos y visión a mediano y largo plazo. Por ejemplo, muchas startups lanzan productos ambiciosos sin la estructura adecuada para sostener su crecimiento, lo que las lleva al fracaso, por lo que la agresividad debe ir acompañada de planeación y sostenibilidad.
El aspecto más controversial de la filosofía de la sociedad de las cobras es “sin piedad”.
En los negocios, esto se traduce en una actitud implacable hacia la competencia, la reducción de costos y la maximización de beneficios sin considerar el impacto en los empleados, clientes y comunidad en la que se desenvuelven.
Empresas como Uber, VW y Meta han sido acusadas de actuar “sin piedad” al priorizar el crecimiento sobre la ética.
Uber enfrentó problemas por sus condiciones laborales, VW sorteó el escándalo de las emisiones de CO2 de sus vehículos, mientras que Meta ha sido criticado por el manejo irresponsable de datos de sus usuarios.
Si bien la competitividad agresiva puede traer resultados a corto plazo, en un mayor lapso de tiempo puede dañar el posicionamiento, reputación e imagen y sostenibilidad de una organización, por lo que es necesario apostar por un modelo de negocio sostenible para generar lealtad y rentabilidad sin necesidad de aplicar una estrategia de “sin piedad”.
Si bien la mentalidad de Cobra Kai ofrece valiosas lecciones en los negocios, también tiene sus riesgos. Un enfoque exclusivamente agresivo puede generar conflictos internos, daño a la reputación y estrategias insostenibles.
En contraste, la filosofía de Miyagi-Do, basada en la paciencia, el equilibrio y la defensa, representa un enfoque más estratégico y sostenible. Empresas como Toyota han aplicado esta mentalidad con su modelo de producción lean, que prioriza la calidad sobre la velocidad.
El éxito empresarial radica en encontrar un equilibrio entre ambas filosofías: saber cuándo pegar primero y con fuerza, pero sin perder la visión ética y sostenible.
El sensei Nariyoshi Miyagi, interpretado por el inolvidable Pat Morita, mencionó que:
“Nunca pongas la pasión por delante de los principios. Incluso si ganas, perderás”.
De esta manera, combinar la agresividad de Cobra Kai con la planeación estratégica de Miyagi-Do, permitirá que las organizaciones alcancen el éxito duradero.
Sin duda, en los negocios, como en el karate, la estrategia y la ejecución determinan el éxito.
Como en la rivalidad entre Cobra Kai y Miyagi-Do, el verdadero arte de los negocios no está en ser solo agresivo o defensivo, sino en saber cuándo aplicar cada estrategia para mantenerse en la cima.
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