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El síndrome del burnout es incluido en la lista de enfermedades de la OMS

Este padecimiento, causado por el estrés laboral, afecta a 75% de los mexicanos, de acuerdo con el IMSS. Desde ahora formará parte del catálogo mundial de problemas asociados al mundo del trabajo.

MIT SMR México 29 May 2019

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este fin de semana incluir el desgaste profesional, conocido en inglés como “burnout”, como parte de los padecimientos ocasionados por el trabajo en la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos.

El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, lo dio a conocer a la prensa este lunes. La nueva clasificación entrará en vigor el 1 de enero de 2022, lo que permitirá a médicos y centros de salud, incluso aseguradoras, tratar los síntomas a partir de esa fecha.

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La OMS especificó que el “burnout” no es una “condición médica”, y lo define como un “síndrome derivado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no fue gestionado con éxito”.

Es la primera vez que el organismo internacional aborda en este listado el tema del estrés que produce el trabajo. Ese catálogo define las enfermedades, trastornos, lesiones y otros problemas de salud conexos.

Para identificar este síndrome, especificó la OMS, hay tres características:

  1. Sentido de agotamiento o debilidad.
  2. Aumento en el aislamiento del trabajo, cinismo o sentimientos negativos relativos al trabajo.
  3. Baja en la efectividad profesional.

Este problema no es menor, sobre todo en México. Según información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, “superando a países como China y Estados Unidos”.

La cifra es alta y podría elevarse, pues, de acuerdo con el instituto, el estrés “es potencialmente contagioso, ya que estar cerca o visualizar a otras personas en situaciones de estrés, puede aumentar los niveles de cortisol del observador”.

Burnout o el desgaste profesional

Desde el pasado lunes 20 de mayo, representantes de los Estados miembro de la OMS –entre ellos México— participan en la asamblea mundial de la organización. La reunión se lleva a cabo en Ginebra, Suiza, y terminará este martes 28.

En el encuentro se aprobó actualizar la clasificación de las enfermedades e incluir al estrés laboral y la adicción a los videojuegos como parte de los nuevos padecimientos. Esto, luego de escuchar las conclusiones de especialistas médicos de todo el mundo.

El síndrome conocido como burnout, o síndrome del quemado, estará en la sección de Problemas asociados al empleo o al desempleo, con el código QD85.

Fue descrito como “un síndrome […] resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito” y que se caracteriza por “una sensación de agotamiento”, “cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo” y una “eficacia profesional reducida”, según información de la agencia AFP.

La clasificación es el estándar internacional para notificar enfermedades y afecciones con cualquier fin clínico o de investigación, y constituye la base para obtener estadísticas mundiales.

Síntomas del burnout

El estrés profesional, o burnout, es un tipo de enfermedad que se da sólo en el contexto laboral. El IMSS indica que ocurre cuando la creciente presión en el trabajo provoca saturación física y/o mental. Las consecuencias no sólo afectan la salud, sino que generan un desequilibrio entre el empleo y la vida personal.

El instituto advierte que algunos de los síntomas son:

  • Emocionales: ansiedad, miedo, irritabilidad, mal humor, frustración, agotamiento, impotencia, inseguridad, desmotivación, intolerancia.
  • Conductuales: disminución de la productividad, cometer errores, reportarse enfermo, dificultades en el habla, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones sociales, llanto, apretar las mandíbulas, aumento del consumo de tabaco, consumo de alcohol y otras sustancias.
  • Cognitivos: dificultad de concentración, confusión, olvidos, pensamiento menos efectivo, reducción de la capacidad de solución de problemas, reducción de la capacidad de aprendizaje.
  • Fisiológicos: músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones, respiración agitada, aumento de la presión sanguínea, agotamiento, mayor riesgo de obesidad y de problemas cardiovasculares, deterioro en la memoria, problemas de sueño.