El café es conocido por su principal componente activo: la cafeína. Pero ¿en qué momento del día surte mayor efecto y ayuda al enfoque y a las actividades laborales? Aquí te decimos.
Muchas personas lo beben para despertar, otras para bajar de peso y otras simplemente por el gusto de prepararse una buena taza. Pero, ¿cuál es la mejor hora para tomar café?
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, apreciada por su sabor y efectos estimulantes.
De acuerdo con diversos estudios, se estima que más de 2 millones de personas lo consumen diariamente por los efectos de la cafeína.
Esta es una sustancia estimulante, ya que ayuda a muchos a iniciar el día con toda la energía necesaria. ¿Has escuchado la frase: ‘No puedo empezar el día sin mi café’?, sin duda se refiere esto.
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Se recomienda tomar café por la mañana y es el momento adecuado, ya que al despertar el cuerpo necesita un impulso de energía.
Ahora bien, si se toma café por la tarde o por la noche, la sugerencia es hacerlos al menos 6 horas antes de ir a dormir para evitar que interfiera con el ciclo de sueño.
El café puede ser un buen aliado para mejorar tu productividad laboral y aportar beneficios a tu salud, todo depende si se consume con moderación y si se conoce cuál es la hora ideal para consumirlo.
¿Qué es la productividad laboral y cómo impulsarla?
El café es conocido por su principal componente activo, la cafeína, que actúa como estimulante del sistema nervioso central.
Al ser consumido, la cafeína es absorbida rápidamente en el torrente sanguíneo y llega al cerebro, donde bloquea la acción de la adenosina, un neurotransmisor que induce la somnolencia, lo que nos mantiene alerta y reduce la sensación de fatiga.
Los efectos pueden variar en cada persona. Consumido con moderación, se ha demostrado que tiene beneficios, como mejorar la concentración, aumentar la energía y reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y algunas afecciones neurodegenerativas.
No obstante, un consumo excesivo puede generar efectos negativos, como nerviosismo, insomnio, irritabilidad y malestar estomacal.