Los colaboradores que se ausenten tienen hasta cinco días hábiles para presentar la documentación requerida para justificar su falta, de lo contrario se les puede descontar el día o en el caso más grave ser despedidos.
Sobran los motivos por los cuales un colaborador puede faltar a su trabajo, ya sea por temas personales, problemas de salud, o incluso por algún accidente o contratiempo.
Sin embargo, los empleados deben saber que pueden ser despedidos por faltar en diversas ocasiones sin justificar la ausencia.
¡Cuidado! Por estas razones te pueden despedir sin darte liquidación
La Ley Federal del Trabajo (LFT) señala en su Artículo 47 que una de las causas por la que el patón puede rescindir del contrato de un trabajador sin incurrir en responsabilidad es cuando un trabajador acumula tres faltas sin permiso o sin causa justificada en un periodo de 30 días.
Es decir, si faltas tres veces en el mes y no cuentas con permiso por escrito, algún justificante o incapacidad, tu empleador puede despedirte y no darte liquidación.
Los trabajadores tienen hasta cinco días hábiles después de faltar al trabajo para presentar algún justificante con la documentación requerida por su empleador.
Cabe destacar que el Artículo 135 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) estipula que queda prohibido para los trabajadores faltar al trabajo sin causa justificada o sin permiso del patrón.
Guía para despedir a un colaborador de forma amigable y con respeto a sus derechos
¿Se retrasó el metro? ¿Te quedaste atrapado en el tráfico? ¿No pasó tu transporte? Es común que se presenten percances que te impidan llegar a tiempo al trabajo y esto podría ocasionarte problemas, sobre todo si tienes que registrar tu hora de entrada y salida.
Los retardos no son motivo de despido, y tampoco para reducirte el salario. Sin embargo, los reglamentos internos de cada empresa varían, por lo que llegar tarde podría traerte consecuencias.
Y aunque por ley tu patrón no te puede “rebajar el día” por llegar tarde, es importante recalcar que cada centro de trabajo tiene un reglamento interno y lineamientos, que en ocasiones son manejados como bonos, por lo que tus retardos podrían terminar pasándote factura.