A pesar de que las abejas son pequeños insectos que a más de una persona le causan pavor, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de los ecosistemas.
Su labor va mucho más allá de la simple recolección de néctar y polen, ellas son las principales polinizadoras de una gran cantidad de cultivos que constituyen una parte fundamental de la dieta diaria.
Reconocer y proteger a las abejas es esencial para asegurar la biodiversidad y la sostenibilidad alimentaria global.
Fipronil causa la muerte de miles de abejas, ¿existe alguna alternativa sustentable de insecticidas?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Alrededor del 75 por ciento de los cultivos del mundo dependen de polinizadores, incluidas las abejas.
“Proteger a las abejas y otros polinizadores es esencial para garantizar la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la restauración de los ecosistemas”, afirmó el Qu Dongyu, director general de la FAO.
Además, la apicultura, que es la práctica de la crianza y el cuidado de las abejas, en México tiene gran importancia socioeconómica y ecológica. Es considerada como una de las principales actividades pecuarias generadora de divisas.
Generan ingresos y fuentes de trabajo a todas las personas que están involucradas en la cadena productiva. Tales como, apicultores, profesionistas, comercializadores, fabricantes de equipo, industria de cosméticos, productos alimenticios, confitería, entre otros, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
En el país, cerca de 48 mil personas se dedican a la apicultura. Además, La producción anual de miel en la última década fue de 59 mil toneladas. En el 2023, México ocupó el octavo lugar en producción de miel a nivel mundial.
Las abejas no solo tienen el poder de brindarle a la humanidad comida, también de ellas dependen el desarrollo económico de diversas naciones. Por eso es necesario celebrarlas y la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) estableció el Día mundial de las abejas en 2017.