Este tipo de liderazgo es una fuerza poderosa para el cambio positivo, uniendo mentes y esfuerzos para lograr objetivos compartidos. Aquí profundizaremos sobre sus tipos y ejemplos exitosos en el mundo.
En el mundo actual en rápida evolución, el liderazgo ha trascendido las jerarquías tradicionales y ha adoptado un esquema más colaborativo con la finalidad de fomentar la asociación, inclusión y la responsabilidad compartida entre los integrantes de un equipo.
El liderazgo colaborativo se ha convertido en una respuesta a las complejidades y los desafíos que en la actualidad las empresas experimentan y que requieren de perspectivas diferentes, así como una acción colectiva para encontrar soluciones efectivas en su día a día.
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El liderazgo colaborativo es un estilo que prioriza el trabajo en equipo, la creación de consenso y la comunicación abierta. En lugar de depender de la autoridad de un solo individuo, aprovecha la inteligencia de varias personas y sus fortalezas para lograr objetivos comunes. Este enfoque valora la inclusión, la confianza y el respeto mutuo entre los miembros de un equipo.
De acuerdo con los investigadores David Chrislip y Carl Larsson este tipo de liderazgo tiene una premisa fundamental:
“Si reúnes a las personas adecuadas de manera constructiva y con buena información, crearán visiones y estrategias auténticas para abordar las preocupaciones compartidas de la organización o comunidad”.
Libro Collaborative Leadership: How Citizens and Civic Leaders Can Make a Difference
La Universidad de Kansas explica en un artículo que el liderazgo colaborativo se puede emplear en casi cualquier situación y, de hecho, se practica en algunas empresas con gran éxito, pero se ve más a menudo en iniciativas comunitarias, en organizaciones de servicios humanos y de salud o en educación alternativa.
La gente suele encontrarlo especialmente útil en situaciones en las que “nadie está a cargo”, donde hay cuestiones o problemas tan complejos que ninguna persona o entidad tiene la información o el poder para cambiarlos. Sin embargo, los investigadores explican que esto no significa que nadie tenga responsabilidad, sino que es necesario compartirla para llegar a una resolución exitosa.
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A diferencia de otros tipos de liderazgo, el colaborativo ofrece un esquema más horizontal dentro de las organizaciones.
“Si eres el director ejecutivo y deseas un modelo de liderazgo más colaborativo, comienza contigo”, dice Carl Zangerl, profesor principal del programa de Maestría en Ciencias en Comunicación Corporativa y Organizacional dentro de la Facultad de Estudios Profesionales de Northeastern.
“Eso es el liderazgo: definir la visión y definir qué valores consideras más críticos para ayudar a la organización a tener éxito, y luego encarnarlos”.
Los tres tipos de liderazgo colaborativo más importantes son:
En este tipo las y los líderes conectan y movilizan a personas o grupos de diferentes organizaciones o sectores para abordar cuestiones complejas.
Actúan como catalizadores de la colaboración y aprovechan sus amplias redes para impulsar el cambio. Un ejemplo de liderazgo en red es el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, que une a gobiernos, ONG y empresas para combatir estas enfermedades.
Aquí las responsabilidades de liderazgo entre los miembros del equipo se distribuyen en función de sus fortalezas y experiencia. Permite a las personas apropiarse de tareas o proyectos específicos, fomentando un sentido de liderazgo compartido. Este enfoque se ve comúnmente en equipos de desarrollo ágiles en la industria tecnológica.
Este modelo se centra en lograr un cambio social a gran escala de manera colectiva. Múltiples organizaciones, a menudo de diferentes sectores, se unen con una agenda compartida y un enfoque estructurado para abordar problemas sociales complejos. La red StriveTogether, que trabaja para mejorar los resultados educativos de los niños, es un excelente ejemplo de liderazgo colectivo.
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A nivel mundial existen diversas iniciativas que han apostado por el liderazgo colaborativo para impulsar una agenda en común a favor de un mismo objetivo.
Este acuerdo es un ejemplo notable de liderazgo colaborativo a escala global. Líderes de 196 países se reunieron para negociar y comprometerse con acciones para combatir el cambio climático. Este tratado se basa en los esfuerzos de colaboración de naciones, organizaciones sin fines de lucro y el sector privado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de los ejemplos más comunes y que es usado diariamente por millones de personas es Wikipedia, una de las plataformas colaborativas en línea más grandes del mundo. Voluntarios de todo el mundo colaboran para crear, editar y mantener el contenido de esta enciclopedia generada por los usuarios. Su éxito se basa en el conocimiento colectivo y la revisión por pares.
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Durante la desafortunada misión Apolo 13 a la luna, el liderazgo colaborativo jugó un papel fundamental para garantizar el regreso seguro de los astronautas. Los ingenieros, científicos y astronautas de la NASA trabajaron en conjunto bajo intensa presión para resolver problemas que amenazaban vidas, demostrando el poder de la colaboración en situaciones de crisis.
El liderazgo colaborativo no se limita a ninguna industria o sector específico. Sus principios se pueden aplicar a empresas, organizaciones sin fines de lucro, agencias gubernamentales y más.
Y su importancia radica en que promueve la innovación, la diversidad de pensamiento y la adaptabilidad frente a desafíos complejos.