Innovar, incluso en circunstancias extremas
Las organizaciones occidentales no deberían intentar trasplantar lo que funciona en sus propios países a las economías en desarrollo, sino que tienen que familiarizarse con los entornos allí y aprovechar las oportunidades existentes en su contexto, coinciden nuestros expertos invitados.
Los líderes innovadores pueden crear nuevos mercados incluso en circunstancias extremas.
En su último libro, el fallecido Clayton Christensen y sus coautores observaron que ni las mejores intenciones altruistas (ni miles de millones de dólares en ayuda) han sacado a los países de la pobreza.
En cambio, Christensen abogó por la innovación creadora de mercados como la clave para la prosperidad.
Los coautores Karen Dillon y Efosa Ojomo analizan el papel de los innovadores en las economías en desarrollo.
La paradoja de la prosperidad describe los fracasos de los esfuerzos típicos de ayuda al desarrollo para luchar contra la pobreza y la eficacia de las innovaciones creadoras de mercado.
Desde su publicación, los empresarios emergentes y los capitalistas de riesgo en países de ingresos bajos y medios han estado utilizando el marco de Christensen para defender las oportunidades para generar prosperidad.
Para innovar, primero hay que saber escuchar
Crear oportunidades
La explosión de las comunicaciones móviles a finales del siglo XX ilustra cómo una innovación puede crear un mercado donde antes no existía.
En los países empobrecidos, una innovación puede generar su propio mercado y crear importantes oportunidades.
La historia muestra que esto puede suceder incluso cuando la posibilidad parece remota: por ejemplo, en entornos que pueden parecer hostiles a la innovación.
Los líderes empresariales de Occidente deberían darse cuenta, sostienen Christensen y sus coautores, de que Europa y Estados Unidos alguna vez tuvieron entornos comerciales similares a los de los países de ingresos bajos y medios actuales.
El no consumo en estos países representa una oportunidad para que las empresas creen nuevos mercados, disfruten de retornos sustanciales y, al mismo tiempo, mejoren la vida de muchas personas.
Las organizaciones occidentales no deberían intentar trasplantar lo que funciona en sus propios países a las economías en desarrollo, sino que deberían familiarizarse con los entornos allí y aprovechar las oportunidades existentes en su contexto.
Los líderes se engañan a sí mismos sobre la innovación disruptiva
Conclusiones de la sesión
- Los innovadores pueden ayudar a sacar a las comunidades de la pobreza y obtener ganancias en el camino.
- Los emprendedores innovadores pueden crear nuevos mercados, incluso en circunstancias extremas.
- El gobierno solidario desempeña un papel, pero los innovadores pueden hacer este trabajo por sí solos.
- Los líderes empresariales occidentales podrían ayudar (y beneficiarse) viendo el no consumo como una oportunidad.
SOBRE LOS AUTORES
Karen Dillon es exeditora de Harvard Business Review, coautora de tres libros más vendidos con Clayton M. Christensen y editora invitada de la edición de primavera de 2020 del MIT SMR. Efosa Ojomo lidera los esfuerzos de investigación sobre Prosperidad Global en el Instituto Clayton Christensen.